Renació, la Reina en el Mundo del Entretenimiento romance Capítulo 293

"¡Clic!"

El fotógrafo había capturado el momento.

Después de varios ángulos y una ráfaga de cuatro o cinco fotos, dijo: "Vamos, cambien un poco, pero la pose sigue igual, esta vez el novio tiene que tomar la iniciativa."

Lea se retiró un poco, separando sus labios de los de Isaac.

Con esa distancia, pudo ver la expresión del hombre frente a ella.

Con una ligera sonrisa y ojos brillantes, su mirada tierna pero triunfante reflejaba una satisfacción casi infantil.

Lea apretó los dientes en secreto; sabía que Isaac no tenía buenas intenciones: "¡Eres despiadado!"

Isaac levantó su mano derecha y con delicadeza acomodó un mechón de cabello de Lea que el viento había desordenado, diciendo con voz suave: "¿Te parece si me disculpo?"

Lea gruñó y lo ignoró.

"¡Clic, clic!"

En ese instante, el fotógrafo captó un par de imágenes espontáneas de Isaac arreglando el cabello de Lea.

Justo cuando Lea miró hacia el fotógrafo, Isaac se acercó de repente y le dio un rápido beso en los labios.

"¡Clic, clic!"

El fotógrafo tomó un par de fotos más.

Lea estaba atónita, mirando a Isaac: "¿Qué haces?"

Isaac respondió con calma: "¿Qué hago? Simplemente seguía las instrucciones."

Lea no dijo nada más.

¡Ah, maldito!

El fotógrafo, cada vez más emocionado, los dirigía: "Así es, más natural, continúen, el siguiente movimiento, de lado, apoyada en el respaldo de una silla, el novio besando los dedos de la novia, sí, perfecto..."

Con el fin de terminar pronto, Lea, aunque sintiendo que el fotógrafo y Isaac estaban compinchados, se esforzó por colaborar con ellos.

El fotógrafo aún no estaba satisfecho con ella: "Novia, sonríe un poco, pareces como si fueras a matar a alguien. Anímate, estás tomando fotos de tu boda."

Lea no dijo nada.

Como si pudiera sonreír.

El fotógrafo añadió: "Novia, sé más proactiva, tú también besa al novio, como al principio."

Lea, algo molesta, preguntó al fotógrafo: "¿Cuántos besos más necesitamos?"

El fotógrafo pensó un momento y dijo: "Unas cuatro o cinco horas más."

Lea estaba confundida.

No se trataba de una sola foto, sino de una serie completa para el álbum de bodas.

Lea había elegido una imagen de referencia de una pareja sentada en un banco junto al mar, pero eso no significaba que solo tomarían esa foto.

Tenían que hacer una serie completa de fotos con estilo costero.

Eso significaba que tenían que tomar fotos en el banco, en la playa e incluso entrar al agua.

Al escuchar que tenían que meterse en el agua, Lea se sintió entumecida y preguntó: "¿Con el vestido de novia en el agua?"

El fotógrafo explicó: "No exactamente, solo con los pies descalzos tocando el agua, no vamos a sumergirnos. El agua aquí no está limpia para bucear."

Lea suspiró aliviada, temiendo que tuvieran que tomar fotos bajo el agua.

Pero en el siguiente segundo, escuchó al fotógrafo decir: "La foto del beso bajo el agua la haremos en la piscina cubierta, donde el agua está limpia y se puede bucear."

Lea no sabía qué decir.

Habían llegado al estudio a las nueve de la mañana y, con una cosa y otra, habían estado allí todo el día hasta las seis de la tarde, y solo habían terminado la mitad.

Después de tomar la foto con el atardecer, el fotógrafo anunció: "Por hoy terminamos, mañana seguimos."

¡Aún tenían que continuar al día siguiente!

Lea se quedó pensativa.

Isaac revolvió suavemente el cabello de la chica y dijo: "¿Es que cada vez que se menciona el matrimonio, solo piensas en mí?"

Lea: "…………"

Lea se volteó de nuevo y enterró su rostro en el cojín, murmurando: "Estás loco."

El hombre al que llamaron loco no se enojó, sino que mantuvo una sonrisa leve en sus labios.

Mientras tanto, en la sala de control, el director general también lucía una sonrisa embelesada.

Con las manos en las mejillas y los ojos llenos de corazones, miraba a la pareja en la pantalla y dijo balanceándose al asistente de dirección: "Mira, ya están hablando sobre casarse en el futuro. Me pregunto si me invitarán a la fiesta cuando lo hagan."

El asistente de dirección: "……"

El asistente de dirección estaba ocupado con la campaña de marketing para el lanzamiento del programa del día siguiente y estaba a mil por hora. Viendo al director aún bailando frente a él, gritó: "¡Puedes ayudar un poco!"

El director general, con los ojos pegados a la pantalla, dijo deleitado: "Ya estoy ayudando, ¿no ves que estoy supervisando la grabación a distancia?"

El asistente de dirección le lanzó un dossier en el regazo y dijo: "Estos son los beneficios de lanzamiento que nos dio la plataforma, incluidos los espacios promocionales, banners y configuraciones de administrador. ¡Tú encárgate de eso!"

El director general, sosteniendo el folder con desgano, respondió: "Qué difícil."

El asistente de dirección con una mirada feroz dijo: "¡Esto es por ti! ¿No es tu programa?"

El director general, amedrentado por el regaño, comenzó a revisar los documentos y luego preguntó: "¿No es muy precipitado lanzarlo mañana? Ya lo había dicho, que podríamos haber esperado a terminar de grabar."

El asistente de dirección explicó: "Los primeros capítulos ya están editados y con la situación actual en Ciudad Shardón con los rebeldes, es un buen momento para lanzar. Además, podemos ver la reacción de los espectadores y ajustar el último desafío si es necesario."

El director general parecía preocupado y frunció el ceño: "El último desafío no se puede cambiar."

El asistente de dirección lo miró y dijo: "No necesariamente cambiarlo, pero quizás hacer algunos ajustes…"

El director general de repente se puso serio: "¡Ni hablar de ajustes!"

El asistente, sin entender su insistencia, sólo pudo decir: "Vamos a ver la respuesta después del lanzamiento de mañana y luego decidimos. Se lanza al mediodía."