Renació, la Reina en el Mundo del Entretenimiento romance Capítulo 314

La asistente, María, escudriñó una vez más el objeto que había visto y, efectivamente, ¡era un cuchillo de cocina!

María estaba aterrada.

De inmediato, se puso nerviosa y giró el volante para dar la vuelta.

Las llantas del coche dejaron marcas negras en el centro de la carretera y, con un chirrido, el deportivo giró torpemente hacia la salida del complejo residencial.

Isaac había bajado del coche a una cierta distancia de su casa.

José y María no quisieron acompañarlo más, podría ser peligroso.

Isaac caminó lentamente de regreso.

Cuando llegó a la entrada principal, vio que bajo la luz del farol ya no estaba la silueta de la chica.

El hombre alzó una ceja, usó su huella dactilar para abrir la puerta grande y, al siguiente segundo...

Isaac: "......"

Isaac observó a la chica frente al vestíbulo, con una expresión sombría y un cuchillo de cocina en cada mano, mirándolo fijamente con ojos fríos.

Después de un momento, Isaac intentó suavizar su tono y preguntó con delicadeza: "¿Cómo es que aún no te has acostado?"

Lea levantó ambas manos.

Y entonces...

"Cric-crack, cric-crack."

La chica giraba descuidadamente los cuchillos en sus manos, frotando las hojas una contra la otra.

De repente, todo el vestíbulo se llenó con el sonido estridente del choque de las armas.

Isaac: "......"

Isaac avanzó un par de pasos, acercándose a la chica, y con cuidado extendió la mano para agarrar el dorso de la suya, diciendo: "Cuidado..."

Pero no llegó a terminar la palabra.

La chica movió la muñeca y la hoja del cuchillo giró, la punta afilada apuntó hacia Isaac.

Isaac: "................"

Isaac levantó la mirada hacia la chica frente a él.

Lea lo examinaba de arriba abajo con las cejas levantadas y, después de un momento, retiró los cuchillos y preguntó con voz fría: "¿Dónde has estado?"

Isaac respondió: "Tenía un asunto."

Lea entrecerró los ojos y siguió mirando a Isaac por un rato antes de decir: "Oh."

Luego bajó la cabeza y continuó afilando los cuchillos con un "cric-crack, cric-crack".

Isaac: "................"

Isaac suspiró, le quitó los cuchillos de cocina de las manos a la chica y los puso en un mueble cercano, luego tomó su mano y explicó: "Gorka quería hablar del nuevo guion, después de todo es un veterano respetado, no podía rechazarlo."

El gran nombre del Director Gorka, por supuesto, era conocido por Lea.

Una figura paterna en el círculo de cine latino, hasta un director galardonado con el Óscar como Fabio Galán, ante el Director Gorka, también se llamaría a sí mismo un aprendiz.

Lea frunció el ceño: "¿No se había retirado el Director Gorka?"

Isaac llevó a Lea hacia la sala de estar, la hizo sentarse y luego se sentó a su lado para explicar: "El guion era algo que había querido hacer desde hace mucho tiempo, pero como no se sentía bien con ello en aquel momento, lo dejó de lado, ahora quiere retomarlo."

Al escuchar a Isaac, Lea recordó de repente.

En su vida anterior, recordaba que el Director Gorka de hecho había regresado para hacer una película, y los rumores decían que el actor elegido para el papel principal era Isaac.

Pero luego, después de que la noticia circuló durante dos años y la película no apareció, la gente comenzó a decir que el proyecto había fallado y no hubo más noticias.

En cualquier caso, hasta la muerte de Lea, ella no había sabido nada más sobre esa película.

Calculando el tiempo, ¿no fue acerca de esa película que escuchó por primera vez en su vida anterior justo por estos días?

Lea miró a Isaac un rato más, y al ver que no parecía estar mintiendo, después de un momento resopló, retiró su mano y se levantó para subir las escaleras.

Isaac observó cómo ella se alejaba y suspiró, siguiéndola.

Cuando llegaron a las escaleras, Isaac de repente preguntó: "¿Me esperabas todo este tiempo, estabas preocupada por mí?"

Lea ni siquiera le prestó atención, caminó hacia la puerta de su habitación y solo entonces se giró para mirar a Isaac y dijo: "Ahora son las cuatro y media de la madrugada, cuentas como que casi no volviste a casa, ¡pierdes diez puntos!"

Tras decir eso, cerró la puerta de un portazo.

Isaac: "......"

En el pasillo, Isaac miró la puerta cerrada, primero en silencio y después, tras un largo momento, en sus oscuros ojos se fue formando un brillo suave y cálido.

Isaac guardó silencio por un momento antes de responder con calma: “No, nada. Solo que tampoco has preguntado por tu padre, ¿no?”

Lea: “…”

Oh, cierto, parece que tenía un padre biológico...

Dos horas después, llegaron a la Mansión de los Rubín.

La familia Oviedo, debido a la profesión de Borja Oviedo, tenía una residencia bastante discreta.

Pero la familia Rubín, siendo una familia de gran riqueza y numerosa, vivía en una mansión de cuatro pisos con jardines que parecía un castillo, dejando a Lea completamente asombrada.

Al bajar del coche, Isaac tomó la mano de Lea para guiarla hacia dentro.

Lea rápidamente retiró su mano y miró a su alrededor con disimulo, diciendo: “¿Qué pasa si alguien nos ve?”

Isaac: “…”

Finalmente, Isaac no dijo nada más y abrió la puerta principal con un código.

Lea lo siguió con cautela hacia el interior.

Al llegar al edificio principal, vieron que la puerta ya estaba abierta y Lucio, sosteniendo a Miranda con los ojos rojos, los esperaba.

En cuanto vio a su tía, Miranda corrió hacia ella, enterrando su rostro en su abrazo y lloriqueando: “Tía.”

Lea levantó a la pequeña en brazos y preguntó: “¿Qué pasó?”

Miranda extendió su dedo para mostrarle a su tía el adhesivo que lo cubría.

Lucio explicó: “Miranda sabía que su tía vendría y quería cortarle fruta, pero se cortó la mano.”

¡Lea besó a Miranda en el acto!

Isaac entonces miró a Miranda con un gesto de desaprobación y preguntó: “¿Sabes siquiera cortar fruta?”

Miranda devolvió la mirada a Señor Isaac con una expresión seria y dijo: “Si supiera hacerlo, ¿me habría cortado la mano?”

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El autor tiene algo que decir:

¡Buenas noches!