Romance en Los Ángeles romance Capítulo 18

18 /1576

Mia sintió un nudo en la garganta y no pudo contenerse más, se lanzó a sus brazos diciéndole: "Profesora..."

Las manos secas y suaves de la profesora golpearon su espalda, y el corazón de Juliet también se ablandó un poco consolándola: "Ya está, ya está... Ya eres toda una adulta y todavía te encanta llorar, vas a terminar siendo el hazmerreír de todos."

August observaba en silencio desde un lado, y cuando las dos se abrazaron reconciliándose, discretamente dejó el salón para ir al balcón, dándoles espacio para hablar.

Después de tantos años sin verse, Juliet no pudo evitar preguntarle a Mia sobre su situación actual, sin tocar para nada el tema de sus relaciones amorosas. El hecho de que ese día pudiera decir "Me equivoqué" ya demostraba que el camino, o mejor dicho, la persona que había elegido antes, no era de fiar. Entonces, ¿para qué seguir revolviendo las heridas del corazón de la chica?

Mia dijo: "...He alquilado un apartamento cerca de la escuela, ya comencé a repasar, preparándome para el examen de posgrado a fin de año..."

Los ojos de Juliet brillaban, inundados de una inmensa alegría: "¿En serio? ¿Es verdad?"

Ella incluso lo confirmó dos veces.

"Sí." Mia asintió, incapaz de mirar a su profesora a los ojos.

Habiendo desechado el camino ya pavimentado para ella, en aquel momento quería empezar de nuevo...

"¡Bien! ¡Así es como debe ser! No me engañes, dijiste que te presentarías a mi posgrado. Finalmente, mi cupo de este año no fue en vano..."

Mia estaba algo atónita. Aunque ya sospechaba que la profesora Heinrich podría haberle reservado un cupo especialmente, confirmarlo en ese momento la dejaba algo incrédula. Mia, oh Mia, ¿qué había hecho para merecerlo...?

"Profesora Heinrich, si podré lograr entrar o no aún está por verse, usted..." No espere demasiado, era lo que quería decir.

Juliet: "Si lo deseas, es imposible que no lo logres. Conozco tu capacidad mejor que nadie. A menos que, intencionalmente quieras hacer un mal examen, ¡para burlarte de esta vieja!"

"¿Cómo podría..." Mia sonrió entre lágrimas.

"Ya es tarde, tú y August... ¿eh? ¿Dónde está August?"

"Profesora." August entró desde el balcón.