Romance en Los Ángeles romance Capítulo 23

"No." Emma sacudió la cabeza, y al siguiente segundo, con el rostro sonrojado, se puso de puntillas diciéndole: "Quiero quedarme contigo un poco más."

Antes de que ella pudiera acercarse, Logan tomó la iniciativa, rodeó con un brazo la delgada cintura de la mujer y la besó con fuerza.

El público alrededor volvió a animarse.

"¡Vaya! ¡Eso sí que es impresionante!"

"¡Dios, cuánto amor debe haber ahí!"

Mia observó toda la escena, apretando el libro con tal fuerza que sus dedos se volvieron pálidos. Así que el corazón podía seguir doliendo, pero... su expresión permaneció aterradora y calmada, casi como si estuviera entumecida. Pensó que eventualmente se acostumbraría.

Si hasta dejar de fumar tiene síntomas de abstinencia, ¿qué se podría esperar después de amar a alguien durante seis años?

Mia no se quedó por más tiempo y se dio la vuelta para irse. Todavía tenía que volver a sus libros. Logan, parado en medio de la multitud, pareció sentir algo y giró la cabeza para mirar. Una figura vagamente familiar pasó por su campo de visión. Pero al siguiente segundo, las suaves manos de la chica se deslizaron en la suya, entrelazando sus dedos cariñosamente.

Emma le preguntó: "¿Qué estás mirando?"

Logan retiró la mirada y él contestó: "...Nada."

Después de llevarla al pie de su dormitorio, el hombre se preparó para irse. Pero Emma agarró su mano, reacia a soltarla, con ojos llenos de añoranza.

"¿No puedes quedarte un poco más? Todavía es temprano."

Logan le acarició la cabeza diciéndole: "Tranquila, vendré a buscarte el fin de semana."

Bajo la luz de la calle, el hombre se paró contra la luz, proyectando una sombra sobre su rostro que destacaba aún más sus rasgos profundos y definidos.

Con un brillo en sus ojos, Emma adquirió un tono seductor: "Logan, ¿puedo... ir a tu casa contigo hoy?"

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