Romance en Los Ángeles romance Capítulo 69

Aquella noche, Emma se acurrucó bajo las sábanas y casi salta de alegría al ver el mensaje. Había sondeado a Logan varias veces, incluso... con un ligero coqueteo, pero el hombre nunca había respondido. Pensó que esa vez sería igual, pero de repente él accedió. Inmediatamente se levantó de la cama, lista para cambiarse y salir. Su compañera de cuarto, aún despierta, le preguntó con curiosidad: "Emma, ¿a dónde vas a estas horas?"

"Ah, eso es algo que no sabes. Una noche de pasión vale un mundo, y solo su rico y guapo novio podría hacerla sentirse tan entusiasmada."

Otro compañero, que estaba jugando videojuegos, bromeó, haciendo que Emma se sonrojara de vergüenza.

Anteriormente, Logan se negaba a tocarla, dándole la impresión de que podría alejarse en cualquier momento, dejándola sin sentirse segura. Si esa vez realmente lo hacían... Ella sería oficialmente la mujer de Logan. Por eso, al elegir su ropa, se decidió por un conjunto de ropa interior a juego.

Al llegar a la villa en taxi, la puerta se abrió automáticamente desde adentro, y unas manos fuertes y dominantes la arrastraron hacia dentro. En el siguiente segundo, fue empujada contra la pared y recibida con un beso apasionado. Emma solo se sorprendió por un momento antes de reunir el coraje para responder, aunque torpemente y con cierta inexperiencia. Caminando mientras se besaban, Logan la llevó al salón y la empujó contra el sofá, mientras su cuerpo entero estaba presionando sobre ella. La urgencia del hombre la hizo inclinar la cabeza hacia atrás. Pronto, los besos ardientes bajaron por su cuello, y las manos expertas del hombre abrieron su blusa, vagando sobre ella con intenciones ambiguas. El corazón de Emma latía fuertemente, su respiración se aceleraba, anticipando los siguientes movimientos del hombre. Sin embargo, al tocar su sujetador negro, Logan se detuvo bruscamente.

"¿Qué... qué pasa?" Emma estaba confundida.

El hombre se bajó de ella y se sentó en el sofá diciéndole: "Lo siento, levántate."

Emma, aún en un torbellino de emociones, se quedó paralizada al oír sus palabras, sintiendo un frío repentino mientras le preguntaba: "Logan... ¿he hecho algo mal?"

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