Rompiendo la Ternura romance Capítulo 49

Perla estaba tensa, su instinto la empujaba a rechazarlo, pero se contuvo justo a tiempo.

Román actuaba de manera absurda con sus labios, mordisqueando y succionando, su respiración se volvía más ronca. Se aflojó el cuello de la camisa mientras la empujaba hacia la cama con besos.

Con ansiedad, Perla se aferraba a la caja de rosario que sostenía en sus brazos.

Cuando fue empujada sobre el frío y suave manta, Román se abalanzó sin vacilar, mordiendo su barbilla y deslizando sus delgados labios por la suave piel de su cuello, su mano intentaba deshacerse de su falda.

Él no estaría pensando en...

Perla se calmó lo más rápido que pudo, apartó la caja a un lado, y con ambas manos agarró los hombros del hombre, acercándose para besar su rostro delicadamente, luego lo apartó con rapidez. "No, Román…"

Román se detuvo en seco.

En la penumbra, se mantuvo sobre ella, mirando su pálido rostro con un deseo reprimido que lo hacía parecer aún más sombrío. "Perla, no te he preguntado si quieres o no."

"Estoy embarazada de tu hijo, apenas llevo dos meses en este estado. Es muy peligroso." Su voz sonaba suave.

"Pero hoy tengo ganas."

Su voz era áspera, sin razonar. "Si dices que me quieres tanto, ¿por qué tienes miedo?"

Perla extendió sus brazos alrededor de su cuello, y sus dedos finos se perdían en su cabello mientras lo acariciaba suavemente. "Si eso te hace feliz, por supuesto que estoy dispuesta a sacrificarme por ti, pero sé que no es así."

Román se apoyó sobre ella, examinándola, tratando de alejar sus manos traviesas, pero el suave roce de sus dedos en su cabeza era extrañamente confortante.

Rodeado por ella, la fragancia de sus brazos flotaba apenas perceptiblemente ante su nariz, haciéndole sentir desconcertado.

Se burló de sí mismo con una risa fría, "¿Cómo puede una ciega saber si estoy feliz o no?"

"Aunque no puedo ver, puedo sentirlo."

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