Secreto de mi esposo ciego romance Capítulo 34

Los murmullos a su alrededor se hicieron más fuertes. El rostro de Cristal palideció antes de enrojecer. Al cabo de un rato, corrió a detener a Ramiro.

—Papá, ¿es una broma? ¿Por qué actúas como un sirviente y te llevas a Camila a casa con tu estatus? ¿Qué tipo de conexiones tiene el hombre que la mantiene? Papá, tú…

¡Plaf!

Antes de que Cristal pudiera terminar de hablar, Ramiro la abofeteó.

—¿Crees que puedes hablar de alguien como la Señora Lombardini a tu antojo?

Cristal estaba por completo aturdida por la bofetada de su padre. Los estudiantes que les rodeaban también se quedaron sorprendidos.

Camila puso mala cara y tosió con ligereza.

—Um, puedo volver yo misma.

Después, se dio la vuelta y quiso ir a la parada del autobús, pero Ramiro y sus subordinados la detuvieron.

—Señora Lombardini, por favor déjeme llevarla a casa…

El hombre de unos cincuenta años tenía expresión suplicante.

—Mi hija es una ignorante. No tiene por qué rebajarse a su nivel.

Camila frunció los labios.

—No estoy enfadada.

—Pero el Señor Lombardini está enfadado… —Ramiro tenía una expresión horrible—. Me dio la oportunidad de pasar página enviándola a casa. Si me rechaza…

El hombre de mediana edad casi tenía una expresión llorosa.

—Si no haces esto, me temo que esta noche me iré a la quiebra…

Camila respondió:

—Estás... de broma, ¿verdad?

Aunque la Familia Lombardini tenía gran poder e influencia en Adamania, Dámaso fue básicamente abandonado por la Familia Lombardini. ¿Cómo pudo tener una influencia tan significativa? Ramiro pareció ver la confusión en los ojos de Camila. Suspiró.

—Señora Lombardini, parece que no entiende lo suficiente al señor Lombardini.

Bajo la persuasión de Ramiro, Camila acabó subiéndose obediente al llamativo Lincoln. Cuando subió al auto, escucho de forma palpable que Cristal y Ramiro discutían fuera. Cristal parecía estar llorando, y la voz de Ramiro era áspera.

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