Secreto de mi esposo ciego romance Capítulo 33

Camila sacudió la cabeza.

—No importa…

—¿Por qué?

—Quieren ridiculizarme y siempre encontrarán algo que discutir. Aunque demuestre que Dámaso no es viejo, feo, gordo o calvo, seguirán mofándose de él por ser discapacitado. —Respiró hondo y se puso los auriculares—. Puedo ignorarlos.

Desde que se casó con Dámaso, tuvo que cuidar de él. No podía darle problemas.

Luci frunció los labios, exasperada.

—Cristal te está insultando sin razón.

Las burlas de Cristal empeorarían si no podían mostrarle pruebas. Cuando Luci pensó en ello, sintió que era injusto.

—Camila, tu matrimonio es legítimo. ¿Por qué deberían calumniarte así?

Camila sonrió con ligereza.

—No pasa nada. Ignóralos. —Le dio agua a Luci—. Toma un poco de agua y cálmate. El profesor está a punto de llegar.

La clase de hoy era de matemáticas avanzadas con su profesora apodada Reina de Hielo. Luci puso los ojos en blanco y bebió un sorbo de agua. Camila podía aceptarlo, pero ella no. Cuando terminó la clase de matemáticas avanzadas, Luci dijo que iba a buscar a su prima antes de que desapareciera.

Después de que Luci se fuera, todos siguieron insultando a Camila y dijeron que Luci estaba llamando refuerzos para Camila. A Camila le daba igual lo que dijeran. Al terminar las clases, se dirigió a la entrada con su bolso, como de costumbre.

—¡Camila!

La molesta voz de Cristal sonó detrás de ella. La acompañaban un grupo de compañeros con malas intenciones.

—¡Queremos ver quién te provee!

No dejaban de molestar a Camila. Aunque no quería entrar en conflicto con ellos, su incesante comportamiento la irritaba. Sacó el móvil y quiso decirle al Señor Curiel que no la recogiera cuando la voz sorprendida de Cristal sonó detrás de ella.

—¡Papá!

El padre de Cristal vestía impecablemente de pie ante un extenso Lincoln. Miraba tranquilo a su alrededor, a la entrada de la escuela. Cristal se quedó boquiabierta. Su padre, Ramiro Lozano, era una figura reputada en Adamania. Cristal siempre había querido que Ramiro la recogiera en la escuela, pero Ramiro siempre decía que estaba ocupado.

A diferencia de otros padres, él nunca la había llevado o recogido a la escuela. Pero Ramiro apareció de repente en la entrada de la escuela hoy. Cristal se sintió de inmediato emocionada cuando vio el vehículo Lincoln extendido junto a su padre.

Y vino en un Lincoln extendido. ¡Parecía muy imponente!

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