Narrador.
El alfa se aclaró la garganta, amonestando de esa manera el comentario imprudente de su súbdita y Karim solo tomo la ropa que le quedaba como un guante de ajustada, pero claro, no era suya, sino del lobo alfa que estaba a su lado y claro que no calzara con él, pero hasta que no amanezca no podría ir a comprar su propia ropa.
—Le queda apretado el traje, es que usted es incomparable, supremo, imagine yo con mi cuerpo flácido— bromeó el alfa apenado por no haber tenido tiempo de guardar algo mejor para su rey, pero su cuerpo no era para nada flácido, igual tiene bastantes músculos.
—No te preocupes, me queda bien— Karim agarro la solapa de la chaqueta y sonrió tratando de acomodarse esa ropa que lo hacía sentir como si tuviera una camisa de fuerza, pero vio la pena en el lobo y se acercó tocándole el hombro para hacer que se calmara.
—Me quedaré el día de hoy, pues mañana no debo ir al aquelarre de las cinco estrellas.
—Esta es su manada, no tiene nada que informar a su súbdito, mi rey—, el lobo agacho la cabeza y la loba que está dispuesta a servirle a Karim le mostró el camino a la recámara principal donde Karim como cada noche que no está con Charlotte quedara despierto hasta ver un nuevo día.
—Alfa, ¿puedo servirle de compañía? — pidió la loba, en cuanto llegaron a la recámara, se mostraba coqueta, demasiado para el gusto de Karim.
—No me apetece compañía, vuelve con tu líder— pidió él en tono autoritario y la loba no insistió más.
Al día siguiente, Shacia recibió la llamada de su hermano en la que le informó que su madre y cuñada fueron repudiadas por su padre y sintió su interior arder, rompiendo todo dentro de su aposento mientras gritaba.
—¡Maldita Charlotte!, juro que te voy a matar—, estaba histérica, la rabia de saber que su madre ahora está sin hogar la hacía estar de manera irracional.
—¿Shacia que te sucede?, – indagó Fátima llegando a esa recámara, atraída por el ruido. — Cálmate que nuestro esposo puede castigarte y será peor, solo recuerda que sucedió ayer por culpa de esa puta que lo tiene hechizado.
—La destruiré o será lo último que haré lo juro— volvió a sentenciar llena de ira.
—Ayer quería hablar contigo, pero no pude, hace días que quiero decirte que ella no era virgen cuando se acostó con nuestro esposo—, Saima que escuchaba todo tras la puerta como de costumbre entro a la habitación dejando a las mujeres asustadas porque pensaban que ella le iría a reclamar.
—Deben hacer público ese dato, busquen la manera de echarla—, les aconsejo Saima tras saber que Karim no estaba en la casa. Uno de los antiguos que le informa todo le dijo que él salió de la manada usando su poder de alfa supremo y Farzana también salió por pedido suyo al supermercado hacer la despensa de la casa por lo que creyó que no había más lobos que los guardias que no se atreverían a decir algo que escuchen de ella porque el alfa no les creería más que a su querida suegra y como pensó que si Karim salió su beta y delta que tienen la obligación de acompañarlo también irían con él, pero para su asombro Mohamed tosió detrás de ellas; estaba ocultando su aroma, siendo tan silencioso como lo es cuando está transformado.
—Si hacen tal cosa, no esperaré que mi hijo regrese a casa, las echaré yo mismo— espetó metido en su papel de suegro.
Saima sintió su corazón dar un vuelco, contra Mohamed no tenía oportunidad con su alfa, puesto que Mohamed, aparte de ser el beta real, es más que amigo, casi hermano de Karim y agachó la cabeza avergonzada.
—Si suegro, tenga por seguro que no haremos tal locura, por favor no nos delate con nuestro esposo— pidió Fátima arrodillándose delante de Mohamed, quien no dijo nada más y se fue.
—Mi beta, espere por favor, hablemos— pedía Saima corriendo tras de él.
—Sé que no debí, no tengo justificación, pero no tenemos que decir nada de esto—, Mohamed volteo con mirada fría y semblante de pura molestia.
—Me pides ocultar algo como eso a mi alfa, eres una persona muy apreciada por él y aun así te atreves a usar a esas mujeres tontas para dañarlo.
—Pero no lo dañaría a él—, se justificó.
—Ah, piensas que haciendo que el padre de Charlotte la asesine por honor no lo daña a él tanto delante de los humanos como de los lobos, para los humanos no sería más que un hombre ridículo que acepto a una mujer impura y con nuestro pueblo porque no logro tener el descendiente que hemos esperado durante miles de años.
—Ella no es la única opción—, se opuso ella sintiendo celos.
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