Secretos - La historia de una acompañante romance Capítulo 119

Al llegar a casa Alicia estaba viendo las noticias.

— ¿Que mirás? — pregunté.

—Esta apareciendo en las noticias internacionales la separación del Señor Juan.

"El señor Juan Alberto Palacios Santamaría, prometedor hombre de negocios ha anunciado está mañana que se separara de su esposa,según nos hemos dado cuenta por nuestras fuentes, esto supondrá un duro golpe a sus finanzas, ya que su esposa se quedará con el 50% de sus bienes, hemos intentado obtener más información al respecto, pero ambos se niegan a dar más información, nuestro personal se encuentra trabajando para ampliar la noticia"

—No me alegra tanto — dije

— ¿Por qué? — preguntaron ambas.

—Recuerde lo que nos dijeron, todo estaba arreglado en ese matrimonio, ella sabía de sus aventuras, pero estaba en un alto puesto por el, entonces si se divorcian es porque alcanzaron algún arreglo.

—Tiene razón.

En eso suena el teléfono, yo contesté directamente.

—Hola preciosa ya has visto la noticia — dijo la persona al otro lado del teléfono, yo reconocí la voz.

—Hola guapo, ahorita lo estaba viendo.

—Ese es solo el primer paso — dijo el.

—Pero al final pueden llegar a un acuerdo.

—Si y no, al final mi propósito no es arruinarlo financieramente, al menos no todavía, mis intenciones era conseguir que los medios locales de enfocarán en esa ciudad, ahora el siguiente paso será reportar las desapariciones.

—Recuerda que yo no debo de aparecer, sino me expondría en dónde estoy.

—Lo se preciosa, pero conozco el listado de algunas chicas que están en la granja por un par de años, nadie las ha visto en la ciudad, me he contactado con sus familias, para que aprovechen la visita de los medios.

—Me alegro escuchar eso, gracias por llamar me hacía falta escuchar una voz familiar.

—Te dejo mi cielo, mantente al día con las noticias

El corto la llamada.

—Chicas, empieza la caída de la corporación, me acaban de decir que esto es solo pantalla, lo bueno pronto llegará.

—Es decir que pronto podremos volver a nuestra verdadera identidad.

—No creo que eso vuelva a pasar, pero si podríamos andar con más tranquilidad, además miren que aquí nos haremos empresarias, talvez no ganaremos el montón, pero ya no dependeremos de un hombre.

Los dos días pasarán, nuevamente fui con Stefany al restaurante, ella saludo directamente al abogado, le dijo algo al oído y ella asintió, cuando regreso a mi venía emocionada.

—Esta noche tengo una cita con ese papito.

—Bueno terminemos aquí pronto y luego vas y te preparas.

Al entrar el restaurante estaba cerrado para el público, los financiero ya no estuvieron presente, su presencia no era importante.

—Disculpe que este cerrado, pero no inventario ya no daba a más, los acreedores están a la espera del pagó — dijo la dueña.

—Bueno, solo vamos a verificar que todo esté bien, firmamos los documentos y procedemos al pagó

Emilio reviso la promesa de venta, no encontró ningúna anomalía.

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