Tal como estaba planeado al día siguiente me llegaron a traer en una camioneta para llevarme al aeropuerto, al estar ahí me estaba esperando el piloto y vaya que eel mundo es pequeño, el piloto es el mismo que ocupó el cliente que busco a 4 chicas.
— ¿Nos hemos visto antes? — Le digo para ver su reacción.
—Puede que si, yo atiendo a varios clientes.
Eso lo sentí como que me hubieran hechado un balde de agua helada, si me decía otra cosa hubiera imaginado quien es mi hombre misterioso.
— ¿Está lista para volver señorita Lucy?
—Si, dime ¿Quien es tu jefe ahorita?
—Es un placer ser su piloto en este maravilloso día
No me dirá quién es, ni modo y con lo que acabamos de hablar no creo que nos reunamos.
Llegamos a nuestro destino y me estaba esperando el chófer.
—Buen día Sra. Lucy ¿Dónde la llevo?
—Llévame al Hotel Metro.
El solo me quedo viendo por el espejo, al llegar bajamos mi maleta y sale Azucena, tenía una cara de mal genio.
—Hola Azucena necesito una habitación por favor.
No dijo nada, me dió la número 4, el chófer metió las maletas y luego se marchó, en eso llega Azucena.
—Crees que puedes venir como si fuera tu casa, tu sabes muy bien que esto es sólo una fachada.
Yo me acerque a ella y le di un beso en la boca, ella no pudo resistir y nos terminamos besando con lengua.
—Yo también te he extrañado — dije.
— ¿Que haces aquí? Yo en tu lugar estuviera lejos.
—Necesito un favor tuyo.
—Dirás dos porque estás en mi hotel.
—Bueno dos pues, necesito que me contactes con la corporación y que si aceptaré su oferta.
— ¿Cuál oferta?
—Ellos sabrán.
—Lucy no me digas que piensas trabajar con ellos, tuviste la suerte de salir y ahora vuelves.
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