Buenas noches, hagan como que no me han visto y continúen en lo suyo.
—Tranquila Alicia, no estamos haciendo nada malo, solo estamos viendo televisión — dije.
—Aun así no quiero interrumpir, yo iré a mi habitación.
— ¿Por qué mejor no se alistan y salimos a cenar? — pregunto mi chico
—Me agrada la idea ¿Tu qué dices Alicia?
—Sino seré violinista me parece bien.
—Nada de eso, además tú eres especial para Lucy así que acepta un gesto de mi parte.
Subí a la habitación y empecé a cambiarme, Alicia se dió una ducha, lo supe al oír el agua caer, escogí un vestido que me llegaba hasta las rodillas, sin mangas y que mostrará un poco mis pechos, al salir también Alicia estaba saliendo de su habitación, ella ocupaba unos pantalones jeans y una blusa que dejaba poco a la imaginación, encima una chaqueta.
—Afuera está algo helado, si sale así le dará frío.
Tenía razón, no había pensado en eso, regresé por un suéter, ella se me adelantó y estaba siendo admirada por mi hombre, al verme bajar se quedó con la boca abierta.
—Estas hermosa, estás radiante.
—Gracias, por tus palabras.
— ¿Nos vamos?
—Si, ya estamos listas.
El fue hacia la puerta, la abrió y espero que las dos saliéramos, abrió la puerta del frente de la camioneta para mí y luego le abrió la puerta trasera a Alicia.
—Esta noche seré yo quien escoja el lugar.
—Al rato y conocés Chile — dije
—No, pero estuve buscando algunos lugares en mi teléfono.
—Sorprendeme entonces.
No dijo para donde nos llevaba, pero al llegar ví que nos trajo al Restaurante Italiano.
—Sabe cariño, vayamos a otro sitio.
— ¿Por qué? ¿Que pasa?
Alicia solo se puso a reír.
—Hemos tenido mala experiencia en ese restaurante y estamos vetada.
—En serio ¿Que paso? — pregunta él sorprendido
—La comida es un asco, aparte que en mi comida me salieron dos animalitos, de hecho me sorprende como ese sitio siga abierto
—No puedo creer lo que me dices, tan buena reseñas que tiene.
—Yo también me dejé llevar por las reseñas, pero ese día la parecer no fue el mío, todavía recuerdo que tire el plato al piso, el gerente en vez de pedir disculpas me quería cobrar todo, yo le grité que ni loca pagaría poe comida con cucarachas, eso es falta de higiene, esa noche quedaron vacía las mesas por nosotras, el gerente al final nos corrió y nos dijo que no volviéramos, no se cómo le hizo, pero al final eliminó los comentarios negativos.
—Pues no me esperaba eso realmente, vayamos a otro sitio.
—Permitame sugerir, en el puerto hay buenos restaurantes y con una linda vista al mar.
—Si, ahí es bien bonito, me gusta ir.
—Al final ustedes han escogido, no importa al menos hemos salido de casa.
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