Seduciendo al suegro de mi ex romance Capítulo 174

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Besó hacia abajo por mi cuerpo, haciendo que se formara piel de gallina en mi carne y me retorcí debajo de él con anticipación. Deslizó mis bragas por mis piernas, y las pateé al suelo. Ahora estaba completamente desnuda y expuesta ante él. Aunque no estaba avergonzada; estaba demasiado perdida para realmente importarme.

Besó mis muslos internos, aspirando mi aroma y la humedad que se había acumulado debajo de mí. Sus ojos estaban oscuros de deseo, y sabía que su lobo estaba al borde. Soltó un gruñido bajo mientras enterró su rostro en mi centro y me devoró. Casi grité ante la sensación increíble. Clavé mis dedos en las sábanas y gemí su nombre, sin importarme si era demasiado fuerte y las criadas podían escucharme.

Sentí la presión construyéndose rápidamente y justo cuando exploté, grité por él, haciéndolo gruñir de nuevo mientras lamió mi orgasmo.

Trajo sus labios de vuelta a los míos para que pudiera saborearme en su lengua y eso me excitó aún más. Pasé mis dedos por su cuerpo, empujándolo gentilmente, instándolo a acostarse boca arriba. No dudó en complacer, y me observó mientras me monté sobre él. Sus ojos estaban oscuros mientras me contemplaba.

Me ayudó a desabrochar sus pantalones y los deslicé, junto con sus bóxers, por sus piernas al suelo. Saltó a la vida y una vez más, me asombré por su tamaño. Solo había estado con Ethan, e incluso entonces, nunca tuvimos sexo, pero habíamos hecho otras cosas, y sí vi su masculinidad. Aunque no era nada comparado con la de Gavin.

Si no hubiera tenido sexo con él ya, no habría creído que podría caber dentro de mí. Tomó mis caderas mientras me moví contra él. Sus ojos estaban oscuros de lujuria mientras me observaba. Le sonreí con suficiencia y bajé mi rostro hacia él para poder besarlo, chupando su labio inferior en mi boca y haciendo que su boca se hinchara. Mordisqueó mi labio inferior a cambio, haciéndome reír.

Sin previo aviso, me levantó de él, me posicionó directamente sobre su erección, y me bajó con un empuje final. Jadeé ante la sensación de él llenándome. El shock se convirtió en puro placer, y de repente me sentí en paz... como si oficialmente fuera completa de nuevo. La única otra vez que me sentí así fue la última vez que tuve sexo con Gavin, pero por alguna razón, esto se sintió aún mejor.

Permanecimos conectados, inmóviles, solo mirándonos a los ojos por un momento más, con nuestros latidos resonando al unísono y nuestra respiración sincronizada. Después de un momento, comencé a mover mis caderas, rebotando sobre él como si nuestras vidas dependieran de ello.