Siete Años Más Para Siempre romance Capítulo 257

Lavinia estaba navegando emocionada por los comentarios, cuando de repente apareció un nuevo mensaje. Lo abrió sin pensar y resultó ser una declaración del equipo de Marta.

"Marta se fue a estudiar al extranjero hace seis años, en ese momento aceptó el apoyo económico de Wilfredo, pero este se otorgó en forma de préstamo estudiantil. Durante los últimos seis años, Marta ha estado estudiando duro, mejorando continuamente, y finalmente logró su éxito actual. Al regresar al país, pagó inmediatamente el dinero de apoyo del Sr. Rojas según el acuerdo original. Durante estos seis años, Marta siempre ha estado agradecida y respetuosa con Wilfredo, no involucró ninguna emoción personal, ni dañó su matrimonio. Hacemos esta declaración para decir que si alguien sigue difundiendo rumores, tomaremos medidas legales para proteger la reputación de Marta. Por favor, amigos de internet, tengan más cuidado."

Después de leer esta declaración, Lavinia se volvió hacia Wilfredo, que estaba a punto de irse, "Realmente has lastimado el corazón de la Srta. Marta, esta declaración es muy fría."

Wilfredo la miró, "¿No es eso lo que esperabas?"

"¡No me culpes injustamente!" Lavinia lo fulminó con la mirada, "¿Cómo podría no tener compasión por la chica? Tú eres él que es frío e insensible."

Wilfredo la miró una vez más, no dijo nada, se puso el abrigo y se fue.

Después de leer la declaración, Lavinia se despertó, dejó la tablet y llamó a Ruby.

El teléfono sonó durante bastante tiempo, pero nadie respondió.

Después de llamar dos veces, Lavinia no volvió a llamar, se levantó rápidamente y se preparó para buscar a Ruby.

Justo cuando estaba a punto de salir, entró la llamada de Ruby.

"Lavi." Su voz era muy baja.

Lavinia inmediatamente se dio cuenta de algo, "¿Ya hablaron?"

"Sí." dijo Ruby.

"¿Qué dijo él?"

Después de un rato, Ruby finalmente dijo: "Quiero verte enseguida."

Lavinia se alivió, "Está bien, te esperaré en Pinta Augusto."

Las pocas palabras de Ruby hicieron que Lavinia se sintiera preocupada, pero solo le quedaba encontrarse con ella para saber cuán grave era la herida de Ruby y saber si estaba completamente despierta.

Sin demora, Lavinia salió y se dirigió a Pinta Augusto.

Justo cuando llegó a la entrada de Pinta Augusto, apareció una gran caja delante de ella.

Lavinia miró hacia un lado y vio a Bruno detrás de la caja.

Suspiró con resignación y le dijo: "Has llegado temprano."

"Hoy también llegaste tres horas antes de lo usual." dijo Bruno, "¿No dormiste bien anoche?"

Lavinia sonrió levemente, solo le dijo: "No es asunto tuyo."

Dicho esto, se preparó para entrar a Pinta Augusto, pero Bruno insistió en entregarle la caja, "Es para ti."

"¿Una bomba?" preguntó Lavinia.

"Eres desalmada." dijo Bruno, "Vengo a consolarte desde temprano y así es como me ves."

Lavinia bajó la caja, la abrió y vio una consola de videojuegos.

Al lado de la consola, había algunas tarjetas de juego bastante peculiares.

Estos juegos, evidentemente no tenía la aprobación oficial de venta, tenían imágenes de violencia y sangre que no eran apto para cualquier jugador.

"¿Por qué me das esto?" dijo Lavinia, "No me gusta jugar videojuegos."

Bruno respondió: "Estos juegos son emocionantes y llenos de violencia, pueden ayudarte a desahogar tus frustraciones. Creo que te vendrán bien."

Hernán se puso en movimiento en cuanto colgó el teléfono.

Lavinia colgó y volvió a su oficina, pensativa, luego marcó el número de Bruno.

El teléfono sonó varias veces antes de que se cortara. Cuando Lavinia intentó llamar de nuevo, la llamada no entró.

No sabía si Bruno había apagado su teléfono o si la había bloqueado, pero se sintió impotente ante la situación.

Lavinia suspiró ligeramente y se sentó a reflexionar.

Una hora más tarde, su teléfono sobre el escritorio sonó de repente. Lavinia lo agarró rápidamente y vio el nombre de Bruno.

"¿Me estabas buscando?", la voz de Bruno sonaba relajada y alegre.

El corazón de Lavinia se hundió.

¿Significaba esto que su misión había sido un éxito?

No pudo evitar reírse sarcásticamente. "¿No era que no querías contestar mis llamadas? En ese caso, no tenemos nada de qué hablar".

Lavinia colgó rápidamente y al instante, marcó nuevamente a Hernán.

"Ya terminó su misión", dijo Lavinia con una sensación de inquietud. "¿Has descubierto algo?"

Hernán guardó silencio por un momento antes de responder: "Su señal de celular desapareció por un tiempo, no pude rastrear su ubicación final".

"¿Y dentro del rango posible?" preguntó Lavinia. "¿Ha habido algún accidente?"

No bien terminó de hablar cuando oyó voces al otro lado de la línea: "Acabo de recibir el informe del tercer accidente de tránsito en nuestra área de investigación. La víctima se llama Ruby. Se estrelló contra la barandilla del gran puente sobre el río y se precipitó al agua con su carro..."