¡Sorpresa! Tuve Cuatrillizos con Mi Desconocido Esposo romance Capítulo 2395

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—… Soñar es bueno, pero ese sueño tuyo necesita mucha, pero mucha plata —dijo Aspen, un poco preocupado.

Ledo ni dudó en responder, todo convencido:

—¡No te preocupes! Mi abuelo me dijo que me apoya con todo, que solo le diga cuánto necesito, ¡y él me lo da!—

—Don Abel también lo dijo, que si yo soy feliz, hasta me da los ahorros que guarda para el cajón de muerto, ¡sin pensarlo!—

—Mi padrino igual: dice que separa algo para la dote de Tesoro, pero el resto, todo para mí, ¡para lo que necesite!—

—Y están don Gael, abuelo Hidalgo y abuela Olivia, que también me quieren ayudar.—

—Además, ¡te tengo a ti, que eres bien de plata! Así que, de verdad, la plata no es problema.—

Pero Aspen, con ese tono de papá que enseña, le explicó:

—…No te digo que no te ayude, pero un sueño propio no puede depender siempre de los demás.—

—En Puerto Rafe hay un dicho viejo: “Se ayuda al que está en apuros, no al que vive en la miseria”.—

—Uno puede recibir ayuda en un momento de apuro, pero nadie puede sostenerte toda la vida. Cuando necesitas plata urgente, te echan una mano, pero no siempre será así. Al final, tienes que buscar la manera por ti mismo.—

—Piénsalo, quieres abrir gimnasios de artes marciales por todo el país, gratis, y hasta dar alojamiento y comida. No es que sea un gasto grande cada año, ¡es que todos los días sale un dineral! ¿De dónde vas a sacar esa plata? ¿Tú podrías mantener eso?—

Ledo frunció las cejas, sincerote:

—Yo, seguro que no. No tengo nada de plata.—

—Además, soy todavía un niño, no puedo mostrar mis habilidades, y tengo que ir a la escuela, así que tampoco puedo trabajar para ganar dinero.—

Aspen le dijo:

—Entonces, si ahora no puedes ganar dinero, tu sueño tiene que esperar. Cuando tengas la capacidad de hacerte cargo de tu propio sueño, ahí sí lo lanzas.—

—¿Sabes por qué todos dicen que hacer obras de caridad está bien, pero que no hay que hacerlo a lo loco?—

—Porque, mira, la vida es dura para todos. Cada quien ayuda según lo que puede. Si tu papá tiene millones para donar al Ministerio de Educación, eso es caridad. Si uno del pueblo apenas puede y le da un pancito a un vagabundo, eso también es caridad.—

—No importa si es mucho o poco, lo que cuenta es el gesto, el corazón con que se hace.—