Su versátil esposa misteriosa romance Capítulo 12

Fue así que la clase de Elizabeth dio la bienvenida a un nuevo compañero de clase ese día.

-Hola a todos. Soy Daniel Galicia, su nuevo compañero de clase.

Daniel mostró una sonrisa de inocencia mientras se encontraba parado al frente del salón, lo cual hizo enamorar con tanta facilidad a muchas de las chicas en su clase.

-¡No puede ser! ¿Es ese Daniel de la clase 12A?

Todas las chicas del salón empezaron a discutir sin parar y al mismo tiempo; incluso Nicole Sagarra, la alumna número uno de la escuela, se quedó boquiabierta por el asombro mientras lo llamaba por su apariencia tan apuesta.

Elizabeth se encontraba dormida bocabajo en su escritorio cuando llegó Daniel, pero luego ella subió la mirada cuando escuchó esa voz conocida; ella se llenó de

descontento cuando vio de quién se trataba.

«¿Cómo puedo tener tan mala suerte? ¡No parece que me pueda librar de él sin importar qué!»

-Tomaré mi asiento aquí, señorita -Daniel empezó a caminar hacia adelante después de hablar; todas las chicas lo veían con mucha emoción hasta que sus miradas cayeron sobre el asiento vacío a un lado de Elizabeth.

«¿Cómo puede ser esto posible? ¿Por qué con ella? ¿A caso Daniel pidió una transferencia a nuestra clase solo por ella?»

Todos en el salón no podían creer lo que había ocurrido.

-Un gusto conocerte, nueva compañera de escritorio -dijo Daniel al ladear su cabeza con una sonrisa maliciosa en su rostro.

Elizabeth empezó a rallar la hoja en su escritorio con su bolígrafo al sentirse completamente fastidiada por dentro.

-¡Oye, Elizabeth! ¿Te has vuelto sorda? -Daniel estaba furioso que Elizabeth lo ignorara. Ella no volvió a vivir un momento de paz en su clase.

-Oye, ¿entendiste lo que la maestra acaba de decir?

-¡Elizabeth, habíame!

Ella veía cómo Daniel movía sus manos en frente de su cara y ella solo respondía con su silencio; eso le molestaba tanto a Daniel que él no se podía quedar quieto. Su comportamiento tan fastidioso no cesó hasta que un día estaban en la clase de matemáticas y la maestra anunció:

-¿Hay alguien aquí que esté interesado en unirse a la Olimpiada de Matemáticas este año?

Daniel le dio vueltas a su bolígrafo con sus dedos para luego preguntar: —¿Qué tanto sabes de la Olimpiada de Matemáticas, Elizabeth?

Elizabeth le contestó con poca paciencia:

—Solo un poco.

-Oh, ¿de verdad? -Daniel empezó a mover sus ojos a todos lados mientras que se mantenía fijo en sus pensamientos. Después de unos momentos, una idea le cruzó por la mente; él levantó la voz de repente y dijo:

-¡Señorita, Elizabeth dice que quiere participar en la Olimpiada de Matemáticas!

El salón de clases empezó a susurrar tan pronto él terminó de hablar.

-¿Ella quiere participar? Pero ella viene del campo, ¿por lo menos ha asistido alguna vez a una clase para la Olimpiada de Matemáticas?

-¡Es cierto! Creo que esto será mucho más de lo que ella podrá soportar.

-¡Silencio! -la maestra despejó su garganta para hacer que los alumnos dejaran de discutir de manera incoherente entre ellos, luego se dirigió a Elizabeth de un modo no tan directo: —Me puedo imaginar que no estás muy familiarizada con los estándares de la escuela cuando se trata de competencias, ya que eres nueva a este tipo de cosas. ¿Por qué no tomas unas lecciones primero y mejor te unes el próximo año?

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