Morgan
Despues de comer el delicioso sándwich, oculté todo rastro, me cepillé los dientes, ventilé la habitación, limpie y termine por ordenar todo, luego preparé mis maletas, perdón, mi única maleta. Así me fui a dormir, con una incertidumbre de lo que se me venía, al día siguiente me levanté una hora antes de que todos se despertaran, me preparé y quedé afuera de la casa de la manada, esperando a que mis padres desayunaran y bajaran, una vez que lo hicieron me informaron de que debería de viajar con ellos en el mismo vehículo pero que me sentara adelante, para que mi olor no los afectara en su ropa, así que estaba sentada adelante con el simpático capitán Roger que iba conduciendo, no me dijo nada solamente me quedo mirando.
Mis padres iban atrás, subieron la ventana que nos separaba, ellos iban aislados por lo tanto iba feliz, en eso siento que el capitán saca algo de su bolsillo, veo que es un alfajor sin pensarlo dos veces me lo devoro, de ahí el camino fue mucho más amable. Tendríamos alrededor de un día de viaje, así que mi recorrido fue de lo mejor, no podía hablar, no podía escuchar música, no podía hacer nada por qué mi madre tiene un supersentido para controlarme, afortunadamente su super sentido no era para evitar que los guardias y el personal de la casa me diera alimentos, cada vez que ella se descuidaba.
Cerca de 12 horas de viaje, paramos en una cafetería, como era habitual mi madre me impidió que bajase, me dijo que me quedara en el vehículo e hizo que bajaran todos y me dejó encerrada en el vehículo. Mientras todos iban a comer algo y a refrescarse luego de un unas horas en los vehiculos, cuando regresaron mi madre ordeno a unas de las guerreras que me acompañe al baño, para que pueda usar los servicios y así no apestar en el camino, después de usar las instalaciones del baño, me lavé las manos y con sorpresa veo que la guerrera había dejado un pequeño sándwich y una botellita de jugo de durazno a mi alcanze. Sin decir una palabra salío y se quedó fuera de la puerta impidiendo que nadie entre, ovbiamente lo devore y me volví a limpiar, luego salí del baño, tampoco le pude agradecer pero fueron mis lágrimas lo suficiente para que ella me tomara del brazo y me susurrara
-tranquila, todo saldrá bien pequeña. No estas sola.
-¿que ocurre?¿que hizo ahora?-pregunto muy molesta mi madre
-luna, sólo se estaba demorando un poco porque se sentía mareada, por eso la tomé del brazo para que no se cayera. O nos hiciera pasar verguenza al caerse- dijo la guerrera muy bruscamente.
-eres increíble Morgan, ¿tratas de humillarme? ¿haciendome pasar vergüenza en todos los lugares? por favor no te quiero acá, te vas con los guerreros, no quiero que me arruines este momento-dijo mi madre empujándome hacia la SUV donde iban los guerreros.
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