Entrar Via

Sufriras Alfa romance Capítulo 8

Morgan

Corrí, corrí, corrí... no sé qué pasó, no sé lo que sentí, solo sé que algo me unía a ese gran lobo que estaba lastimado, pero no iba a perder mi libertad, que estaba a punto de conseguir por algo, una ilusión que tal vez sea peor de mi actual realidad.

Cuando pude llegar al otro lado del lugar donde estabamos, pude descubrir con horror que capitán Roger estaba herido, tenía parte de su brazo muy lastimado, además tenía el hombro dislocado, no pude seguir corriendo y dejarlo atrás, él era un amigo, un miembro de la manada me acerqué y traté de ayudarlo, cuando él me vió no lo podía creer, me tomó del brazo llevándome al lugar donde, pude ver con alegría, que muchos de los guerreros estaban ahí, guerreros de mi manada que al verme suspiraron aliviados.

-¿estás bien? pensamos que te habíamos perdido, gracias a la diosa que estás bien Morgan-dijo uno de los guerreros.

-¿muchacha qué haces saliendo con una mochila a estas horas? deberías de haberte quedado en la cabaña- dijo otro de los guerreros.

-pensaba escapar-les confese-me alegro de que ustedes estén bien, pero por favor déjenme huír, no es vida lo que tengo y tampoco seguiré viviendo si madre logra aparearme con el alfa Magnus, él me matará-les decía a los guerreros entre lágrimas.

-tranquila Morgan, en este momento lo que menos importa, ese bastardo debe estar pudriéndose... el alfa Magnus fue asesinado por los cazadores, junto a gran parte de su manada, también y lamento informarte, pero tu madre la luna Sara fue también muerta, fue una de las primeras que cayó junto con el alfa Magnus, tu padre por otra parte, él está en este momento junto al cuerpo de tu madre, nosotros empezamos a buscarte-decía Roger.

-¿ella murió?- pregunté sin saber muy bien como sentirme.

Fue así como pasé gran parte de la noche, hasta cuando los primeros rayos del sol salierón.

Un grupo de avanzada de la manada Dark Moon junto con guerreros de la manada real, llegarón al campamento de abastecimiento allí pudimos ver quiénes eran los caídos, cuántas perdidas habíamos tenido. Afortunadamente no habían sido muchas pero sí fueron grandes en cantidad de liderazgo, fueron alfas, guerreros y por supuesto mi madre, la luna Sara. Transportaríamos a los caídos y herídos a la manada Dark Moon hasta que pudieramos regresar a nuestras manadas a salvo. Aún habían cazadores por los bosques y caminos.

Milca estuvo en todo momento apoyándome y dándome fuerzas para que yo no flaqueara. Termine ayudando a tantos herídos como pude.

Del lobo que había salvado no volví a verlo, rogaba la diosa para que él no pudiera reconocer mi olor, de lo contrario me estaría buscando por toda la manada.

Historial de lectura

No history.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: Sufriras Alfa