Adamo
Tenía todo lo que quería y más, cada capricho, cada sugerencia, cada cosa que quería la obtenía. Era un alfa, hijo del alfa de la manada y jamás se me negó algo. Mi madre no tenía mucho que decir al respecto, ya que era mi padre quien lideraba, pero ella solo obedecía, por lo tanto, cuando yo tenía 13 años, tenía muy claro lo que iba a hacer, sería el mejor alfa de la manada y nadie me vencería, nadie podría contra mí, no estaría de rodillas ante nadie.
Cuando me golpearon las hormonas, padre me llevó un par de lobas, para que pueda desenvolverme bien. Padre estaba orgulloso y quería complacerlo, era mi modelo a seguir, desde mis 15 años fui dejado tener placer en mi cama, a pesar de las quejas de madre, padre siempre la callaba con una mirada. Así han pasado muchas hembras, hasta que algún día tendré que conocer a mi compañera, la cual, tendrá mis cachorros. Asumo que mi compañera será de bajo rango, pero estará acompañada por mis amantes, porque mi padre me educo para ganar y ser obedecido, mi futura luna tendría que callar, como madre, yo tendría a quien yo quiera, así fui educado y así está escrito.
A los 17 conocí a mi compañera y casi mato a todos por la injusticia. Es una cachorra, diez años menor. Pertenece a otra manada, lo que me facilita las cosas, pero aun no me repongo del golpe, una m*****a cachorra. Mi padre, desde que lo supo no ha dicho nada, parece pensar que como ella pertenece a un linaje de deltas y gamas, los mejores rastreadores y estrategas, que según padre ha conocido, mi compañera sera un buen plus a mi manada. Mi madre, no ha dejado de llorar tras conocerla. Si bien ella es linda y hace que mi lobo se sienta protector, sigue siendo una cachorra.
-ten paciencia hijo, esa cachorra nos dara la entrada a la manada Dark Moon y al aquelarre del viento-decía mi padre euforico al saber quien era mi compañera-ademas tienes las hembras que quieres en casa.
-pero es una cachorra padre, quiero follarme a mi compañera, pero es una cachorra-decpia indignado.
-se que no quieres, pero yo me la follaría, asi lo hize con tu madre, te aconsejo que jamas te quedes con las ganas-decía mi padre, maldito enfermo.
Afortunadamente tengo a Jess, sus padres son los amigos de papá desde que eran niños, a madre no le cae bien, pero como dice padre, madre es una solitaria, por ello se la pasa encerrada en su ala de la casa. Solo sale cuando padre se lo pide.
Jess es todo lo que he soñado en una compañera, lamentablemente es un tanto territorial, pero aprenderá. Cuando se entere de que encontré a mi compañera no estará feliz. Seré foco de burlas, pero tendrán que aceptarla, como yo la acepte a penas la ví.
-¿de verdad seguiras adelante con esto Adamo?-se quejaba por enesima vez Jess.
-ella es mi compañera y tu solo calientas mi cama-dije tajante.
-mi padre cree que es un insulto que no la hallas rechazado, somos pareja desde hace años-alegaba Jess.
-te repito, no somos pareja, calientas mi cama como tantas otras menos problematicas y lo que tu padre piense me tiene sin cuidado-explicaba, tendría que hablar con padre para poner en camino al padre de Jess.
Mi vida continúa con normalidad, me preparo para ser alfa, me divierto con mis amigos y tengo a Jess. La cual no estaba feliz al descubrir que encontre a mi compañera y no la rechaze. Creo que tenía la errada idea de que ella sería la luna de mi manada. Armo tal pataleta, que su padre vino a exigirle al mío que cumpliera con el acuerdo y tomara a Jess, su hija como luna, por lo que exigió que rechazara a mi compañera, como era de esperar a mi padre no le hizo gracia y termino por degradarlo en su rango, además de imponerle una multa por la falta de respeto.
-sabes, creo que me quedaré con tu hembra por tres días en forma de castigo, asi aprenderas-dijo con malicia padre viendo a la madre de Jess temblar de miedo.
-no alfa, te lo suplico, ya no reclamare nada más-decía el padre de Jess.
-de eso estoy seguro-dijo padre, haciendo una señal a los guardias para que tomaran a la madre de Jess y la sacaran del salon de audiencias.
-te lo suplico Dante-dijo el padre de Jess cayendo de rodillas.
-no-dijo padre y el padre de Jess fue llevado a los calabozos por tres dias.
La ira de Jess no duro mucho, como era de esperar. Cada vez que viene mi compañera de visita a la manada debo amenazar a Jess o confinarla en su casa para que no moleste a mi compañera. Mis amigos, por otra parte, encuentran muy divertida esta situacion de porquería. Pero la tratan con el debido respeto.
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