Te rechazo Alfa romance Capítulo 4

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Adamo

La cena fue todo un asco, no solo porque padre tenía deseos de llevarse a Lina a su habitación de la forma en que fuera, sino porque en esta ocasión trajeron a Seth, el hermano molesto de mi compañera, siempre estaba vigilando, atento, casi nos encuentra con Jess un par de veces.

Después lo de Jess marcando territorio, cosa que a mi padre le desagrado en extremo, por alguna razón él no ve con buenos ojos mi relación con Jess, de todas las hembras que pasan por mi cama es solo por Jess quien reclama y me pide que la deje, pero aún no me canso de ella.

-te deseo-dijo Jess a través del link, sabía que Mario igual había escuchado, ya que a Jess le gustaba verlo sufrir. La única que estaba ajena era Kyle, mi pequeña compañera. Me levante con la escusa de ir a preparar palomitas y como era de esperar Jess, me acompaño. Si algo me irritaba de mi compañera, era lo incrédula que siempre era, mis amantes desfilaban delante de ella y ella solo me miraba con sus ojos estrellados de amor, ignorando señales y hasta ni se daba cuenta del olor a sexo o a otras hembras que en ocasiones tenía. Por eso detesto el vínculo de compañeros, te nubla la mente, te quita el poder de desición. Yo por ejemplo, me resisto y me resistiré siempre a él. Sé que deberé acoplarme con Kyle, pero si esta cachorra espera amor eterno y fidelidad está muy equivocada. Algo bueno que sea tan tonta, así la voy moldeando como padre hizo con madre. La alejare de sus amigos y familia, dejará de ir a su manada y así estará bajo mi dominio.

-esta noche no duermes en mi cama-dije a Jess, mientras la subía a la isla de la cocina y rompía su camisa, dejando ver sus jugosas tetas.

-¿pero porque?-se quejo Jess, con su voz chillona, pero lo compensaba con entusiamo.

-porque mi padre te matará, además que estoy cansado-dije bajándome los pantalones, los bóxer y rasgando su ropa interior, la penetre sin prepararla, solo importaba mi satisfacción-esta será una follada rápida preciosa.

Como siempre lo hacía folle a Jess de forma bruta y violenta, ella era una gritona pero sus gritos me ponían a mil. Cuando acabe, dentro de Jess como siempre, note que su mirada era diferente, con maldad, pero conociéndola de seguro estaba pensando como fastidiar a la cachorra de mi compañera, algo que me estaba cada vez más cansando. Regrese al salón, con las palomitas y encontré a Mario solo en el salón.

-¿dónde está?-pregunte, no me sentaba bien que ella no estuviera esperándome.

-se fue a dormir, no se sentía bien-respondió Mario-fue al baño y cuando regreso se despidió.

-¿fue al baño? ¿la dejaste ir?-pregunte furioso con Mario, ella podría habernos visto con Jess.

-tranquilo, la acompañe hasta el baño y de regreso, no vio nada, solo estaba preocupada por su mamá-dijo Mario-bueno, ya que te di el recado, ahora me marcho, buenas noches.

-¿no te quedas?-pregunto Jess feliz.

-paso-dijo Mario viendola con asco por primera vez y se marcho.

-por fin solos-dijo Jess abrazándome.