Ten cuidado, mi papá CEO romance Capítulo 1008

Eugene no pudo refutar cuando su abuelo lo regañó. Después de todo, el anciano tenía razón. Él también supuso que el anciano no estaría de acuerdo con la idea de que él y Fern se casaran, pues conocía bien el temperamento del anciano. Ellos ya habían tenido una hija juntos, y ya era bastante grande. El Viejo Amo no permitiría que su bisnieta siguiera teniendo un estatus ilegítimo. Había menos miembros de la familia en la casa de los Newton en la actualidad, así que el anciano probablemente tenía ganas de apresurarse a que todos se casaran y tuvieran hijos.

El abuelo simplemente no podía ocultar su enfado de repente. Él se pondría mejor después de una ronda de persuasión. Cuanto más viejo se hacía, más se disipaba su temperamento frío y obstinado.

Rue no pudo evitar sentirse algo angustiada al ver que su padre no hablaba después de ser regañado. Aunque ella también tenía bastante miedo de ese viejo abuelo, no quería que su padre recibiera más reprimendas. Ella se acercó tímidamente al anciano y lo miró con tristeza.

“¿No te agrado, abuelo?”. La voz de la niña era suave, y sería difícil que alguien dijera que la odiaba.

Al principio, Quinn seguía enfadado con Eugene, pero cuando la niña se acercó a él y le preguntó eso, la ira en su pecho se disipó. Él miró a la pequeña de aspecto frágil pero bien educada que tenía delante. Esta era su bisnieta... Él llevaba mucho tiempo esperando esto. No había forma de que la odiara cuando por fin era una niña nueva para la casa de los Newton.

“Ven aquí”, dijo Quinn mientras le hacía una seña a la niña para pedirle que se acercara.

Al principio, Rue se mostró reacia a acercarse, ya que todavía le tenía cierto miedo. Eugene le dio un empujón.

“Ve, Rue. Acércate a tu bisabuelo”.

Fern permaneció en silencio todo el tiempo. Ella estaba tan callada que parecía fuera de lugar. Eugene dijo que las llevaría a cenar, pero ella nunca esperó que las llevara a la casa de los Newton. Si lo hubiera sabido antes, ella nunca habría ido a ese lugar con su hija.

Fern no quería que su relación se desarrollara más, y mucho menos obtener un certificado de matrimonio con Eugene. Ella no entendía por qué él tenía que decir esas cosas delante de su abuelo. Ellos nunca habían hablado de casarse, así que ella no tenía idea de cómo refutar.

“Bisabuelo”. Rue era una niña obediente, y su suave voz no podía evitar conmover el corazón de cualquiera.

“Tu nombre es muy bonito, pero deberías usar el apellido de tu padre. Al fin y al cabo, eres una de los Newton”, dijo Quinn. Rue no parecía entender lo que el anciano estaba diciendo.

Ella se limitó a inclinar la cabeza hacia un lado y reflexionó antes de decir con severidad: “Pero quiero tener el mismo apellido que mi mami. Mami fue quien me crió y soy la niña de sus ojos”. Ella no pertenecía a los Newton.

Quinn miró hacia Fern, quien permanecía en silencio a un lado, y resopló.

“Si él es tu padre, entonces tú eres una Newton”. Él señaló a Eugene.