Ten cuidado, mi papá CEO romance Capítulo 1013

“En unos días, Shar y yo traeremos a Sebastian a cenar”, dijo Simon.

“Es suficiente con que estés dispuesto a volver a cenar”. Sorprendentemente, Penelope no obligó a Simon a volver a la casa de los Zachary. Ella hizo una pausa antes de preguntar: “¿Has pensado bien en lo de tener otro bebé para salvar a Sebastian?”.

La mirada de Simon se volvió sombría, pero su rostro permaneció inalterado mientras decía: “Penelope, puedo encargarme de esto. No tienes que preocuparte”.

“¿Cómo no voy a preocuparme? Sebastian es el único hijo de nuestra familia Zachary. Si te niegas a tener otro bebé para salvarlo, ¡el linaje de la familia Zachary desaparecerá!”. Penelope había perdido el apetito en los últimos días por pensar en este asunto.

“Salvarle no significa necesariamente tener otro bebé”. Simon mantuvo la calma.

“He hablado con el médico. ¡La única manera de curarlo por completo es que tengas otro bebé!”. Penelope seguía insistiendo en que Simon debía tener un bebé con otra mujer.

“Sebastian es mi hijo. No fallaré en salvarlo”.

“¡Simplemente no lo entiendo! ¡¿Qué tiene de especial esa Sharon Jeans?! ¿Por qué te empeñas en tenerla?”. Penelope seguía enfadada al hablar de este asunto y deseaba que Sharon desapareciera por completo.

Simon dijo lentamente después de unos momentos de silencio: “Penelope, si realmente amas a alguien, lo entenderás”.

La expresión de Penelope cambió ligeramente. Estas palabras parecieron recordarle algo e hicieron que se quedara callada de repente.

Él la miró directamente y dijo: “Me imagino que puedes entenderlo. De lo contrario, no habrías permanecido soltera”. Él había oído que a su hermana le gustaba alguien antes. Sin embargo, las cosas no funcionaron entre ellos. Fue por ese hombre que Penelope había permanecido soltera hasta la actualidad.

“¡No lo entiendo!”, negó Penelope con hosquedad. Su brusco cambio de actitud era sospechoso.

“Comamos”. Simon no quiso obligarla a admitirlo. Algunas cosas que habían pasado no podían explicarse con claridad.

Penelope calmó sus emociones y dijo: “Deberías comer más. Estos son tus platillos favoritos”.

Después de terminar de comer, Simon miró la hora y dijo: “Debería volver”. De lo contrario, Sharon se pondría nerviosa si no le veía cuando ella regresara. Penelope le pidió al sirviente que sirviera el té.

“Penelope, ¿por qué me drogaste?”. Él no creía que ella quisiera hacerle daño.

Penelope no se lo ocultó más y le dijo directamente: “Como te niegas a tener un bebé con otra mujer, tengo que utilizar este método para ayudarte. Tengo que hacer lo que pueda para ayudar a Sebastian”.

Cuando terminó de hablar, ella gritó hacia la puerta: “Entra”. Tan pronto como dijo eso, una mujer joven con ropa reveladora entró.

Al ver a esta mujer, Simon comprendió al instante lo que su hermana quería decir. Él estaba tan enfadado que le palpitaban las sienes.

“¡Penelope, dile que se largue! ¡O ya no seremos hermanos!”.

“Aunque quieras romper todos los lazos conmigo, no puedo estar de acuerdo con tu petición. Siempre y cuando te acuestes con ella y dejes que conciba a tu bebé, todo se solucionará”, argumentó Penelope.

“¡Vete! ¡Dile que se vaya!”, gritó Simon con frialdad aunque su frente ya estaba empapada de sudor.