Ten cuidado, mi papá CEO romance Capítulo 1034

Simon levantó las cejas con incredulidad. “Incluso si ese es el caso, ese niño igual sería tu hermano o hermana menor”.

“¿Hermano o hermana del mismo padre pero diferente madre?”. Sebastian miró a su madre, quien estaba a su lado, y resopló. “Solo si mi mami lo acepta”.

Sharon frunció el ceño. ‘¿Por qué tengo la sensación de que Simon y Sebastian están tratando de hacerme responsable de esta decisión?’.

“Sebastian, tu papi está haciendo todo esto solo para salvarte. No deberías ser tan descortés”, dijo Penelope, quien de verdad deseaba que Simon tuviera otro hijo.

“No estoy enfermo en absoluto, ¿por qué necesito que me salven?”. Sebastian no podía soportarlo más y quería simplemente ignorar a Penelope.

Después de un rato, el médico finalmente salió.

“¡Dése prisa y diga si estoy enfermo o no!”, dijo Sebastian, siendo el primero en hablar.

El médico se aferraba a los resultados del examen de Sebastian. A juzgar por su expresión, parecía que los estaba evadiendo y no se atrevía a mirarlos directamente a los ojos. "Esto... esto es bastante extraño. Según este informe, efectivamente, estás sano… y no se ha encontrado ninguna enfermedad”.

“Les dije que estaba bien. ¡Ustedes lo entendieron todo mal!”, dijo Sebastian, exasperado.

Sharon estaba nerviosa. “Doctor, ¿está seguro de que los resultados están bien? Entonces, ¿por qué dijo que estaba enfermo después del último examen?”.

“A decir verdad, no estoy seguro de la causa de esta discrepancia. Necesito tomar el informe de resultados anterior y echarle un vistazo”.

“¿No está seguro? ¡¿Pero cómo es posible?! ¡Si su hospital es tan grande y caro! Hace un rato afirmaba que era imposible que se haya cometido un error. ¡Si realmente es un error, tenga por seguro que demandaré al hospital!", dijo Penelope con enojo.

Penelope se angustió y se apresuró a decir: “Simon, el hospital ya tiene todo preparado. Solo tienes que proceder…”.

“Penelope, ya no tengo necesidad de hacer esto”, la interrumpió Simon, sintiéndose irritado.

Penelope no estaba dispuesta a darse por vencida y detuvo a Sharon. “Anda y convéncelo. Después de todo, no puedes tener más hijos, y la familia Zachary no puede tener un solo heredero, ¿verdad?”.

Simon detuvo su silla de ruedas, y sus penetrantes ojos negros miraron a Sharon. Quería ver si ella intentaría persuadirlo o no.

Ya que sabía que su hijo estaba bien, Sharon dejó escapar un suspiro de alivio. Pensó en las innumerables situaciones en las que había perdido la razón y en cómo obligó a Simon a tener un hijo con otra mujer por fertilización in vitro. En ese momento, ella realmente lamentaba todo lo sucedido. “Ya lo dije. Ya sea que quieras hacerlo o no, respetaré tu decisión”, dijo mientras su mirada se encontraba con la de él.

Simón entrecerró los ojos. “¿Qué hay de ti? ¿Qué piensas al respecto?”. Él siempre estaba más preocupado por la opinión de ella.