Ten cuidado, mi papá CEO romance Capítulo 1039

El día pasó en un abrir y cerrar de ojos. Después de cenar, Simon volvió al estudio para seguir trabajando y asistir a una videoconferencia internacional. Mientras que ahí era de noche, allá era de día.

Sharon maldijo en su mente a los otros en la videoconferencia. ‘¿Acaso no se preocupan por su salud? ¿De verdad tienen que reunirse a esta hora?’. Sin embargo, si ella lo interrumpía a la fuerza y ​​le impedía asistir a la videoconferencia, no había duda de que Simon se enojaría.

Ya era muy tarde y Sharon quería que Simon terminara de trabajar por el día y se fuera a dormir. No tenía idea de cuándo terminaría la videoconferencia, así que luego de pensar algún tiempo, decidió usar una táctica más sutil.

Riley le había dicho antes que los hombres no podían resistirse a las mujeres cuando actuaban de forma coqueta. Sharon miró la ropa que llevaba puesta ese día: una falda que le llegaba a las rodillas y una blusa de cuello pequeño con la espalda expuesta… ‘Es algo sensual, ¿verdad?’. Si las cosas no funcionaban, ella se bajaría un poco el cuello de la blusa y balancearía sus caderas a propósito mientras caminaba hacia él.

Al llegar al lado de Simon, no dijo ni una palabra y se sentó de inmediato en su regazo. Sus dos manos rodearon el cuello del hombre. "Oh, cariño, ya es muy tarde. ¿Vas a seguir trabajando? ¿No crees que deberías estar descansando ahora?".

¡Simon nunca pensó que ella haría tal cosa! Afortunadamente, reaccionó rápidamente. Inmediatamente tomó algo a su lado y bloqueó la cámara, lo cual evitó que las demás personas vieran lo que estaba sucediendo. A pesar de eso, todos lograron ver a Sharon y también escucharon lo que había dicho.

“Er... Presidente, ¿necesita que tomemos un receso? ¿Por qué no se toma un descanso primero?”, preguntó el secretario que organizó la conferencia.

Un gerente de departamento dijo: "Nos olvidamos de la diferencia en la zona horaria. A esta hora, el presidente debería estar descansando".

Simon frunció el ceño y miró a la mujer, que sonreía con picardía. Luego dijo con voz profunda: "No hay necesidad de detener la conferencia, continuemos. Hábleme de las cifras del próximo proyecto".