Ten cuidado, mi papá CEO romance Capítulo 1073

Sharon estalló en carcajadas de repente. “Ni siquiera yo me creo lo que dices. ¿Crees que Riley te creería?”.

“¿Dime qué tengo que hacer para que me crea? ¡Puedo hacer cualquier cosa!”.

Parecía que Jim tenía su corazón puesto en cuidar a Riley.

“¿Harás cualquier cosa? ¿Puedes castrarte? De ese modo, no hay duda de que ella creerá que no buscarás más mujeres, porque no podrás ser capaz de encontrar una aunque quisieras”, dijo Sharon con una sonrisa juguetona en su rostro.

Scarlet se sorprendió y gritó en voz alta: “¿Qué estás diciendo? ¿Cómo puedes pedirle a Jimmy que se castre? ¿No se convertirá en un eunuco de esa manera? ¡Riley no querría un hombre así!”.

“Así es. Si te castras, ya no podrás darle placer físico a Riley, pero si no lo haces, ella nunca te creerá. ¿Qué puedes hacer?”.

Sharon estaba enfadada con Jim por su comportamiento de escoria en el pasado. Ella quería bromear con él y ver qué decidía hacer.

Jim frunció el ceño y dijo con voz seria: “Pídele que me vea. Si ella está dispuesta a casarse conmigo, ¡me castraré sin duda alguna!”.

A Sharon le sorprendió lo serio que parecía en ese momento. ¿Estaba realmente dispuesto a hacerlo?

Scarlet protestó con una expresión rígida en su rostro: “¡No, yo no estoy de acuerdo! ¡Nunca aceptaré eso!”.

Sharon negó con su cabeza y dijo: “No necesitas castrarte. No tendría sentido, y Riley no te pediría que lo hicieras. Después de todo, ella no quiere verte en absoluto”.

“Entonces dime dónde está. ¡Iré a verla yo mismo!”, exclamó él mientras se sentaba erguido con una postura que hacía parecer que estaba a punto de entrar en acción de inmediato.

“¡Te dije que ella no quiere verte!”. ¿Acaso él no entendía sus palabras?

“¡Dime! De lo contrario, ¡la buscaré yo mismo!”.

“Así es. El día de tu accidente de coche, el banco de sangre del hospital no tenía suficiente sangre, así que ella se ofreció a donar su sangre para ti. ¡Así es como los médicos pudieron salvarte la vida!”.

“Eso significa que... ¿ella vino a verme? Ella estaba preocupada por mí. ¿No me odia por completo?”.

Una chispa de felicidad floreció en su corazón cuando escuchó lo que dijo Sharon, pero volvió a fruncir el ceño.

“¿Qué pasó después de eso? Ella me donó su sangre. ¿Cómo estaba ella después de eso?”.

“Ella casi se desmaya en el hospital. Su cuerpo casi no pudo soportarlo”, dijo Sharon con sorna y añadió: “En todo caso, ella se fue después de descansar un poco. Ella dijo que ambos ya no se debían nada, así que, por favor, no la molestes nunca más”.

Jim sintió que su corazón se vaciaba en el momento en que escuchó las palabras de Sharon. Él cayó de espaldas a la cama.