Ten cuidado, mi papá CEO romance Capítulo 1092

"Por supuesto que no. Solo temo que la tía se enoje demasiado y eso afecte su salud. Solo vuelve con ella y trata de hablar con ella cuando se calme", dijo Claude.

Candace lo escuchó y dejó escapar un suspiro de alivio. Siempre que Claude no se rindiera en su relación, ella no se rendiría con él.

A pesar de que su madre no estaba de acuerdo en dejarlos estar juntos, ella no la ignoraría por completo. Por lo tanto, ella asintió con la cabeza. "Está bien. Me despido por ahora. Pero recuerda, nunca rompas conmigo".

Claude dijo con una sonrisa: "Debería ser yo quien te diga eso".

Candace pudo calmarse, y lo miró con una mirada inusualmente apasionada.

La señora White arrastró a su hija hacia la salida después de ver su mirada apasionada. "¡Es suficiente, vámonos!". Ella nunca permitiría que su hija estuviera junto a un hombre así.

Candace siguió a su madre, y ambas se veían completamente molestas en el camino a casa.

"Candace, termina con ese hombre de inmediato. ¡Te prohíbo volver a hablar con él!", ordenó la señora White.

Candace sabía que su madre diría eso. Puso una expresión severa y dijo: "Mamá, ya te di mi respuesta antes de volver a casa. No romperé con él".

"Por sí solo, el que no haya ido a la universidad es suficiente para que no sea un buen partido para ti en absoluto, pero además, es un guardaespaldas personal y podría perder la vida interceptando una bala por alguien. ¿Quieres vivir tu vida preocupándote constantemente por él?". Ella solo quería que su hija viviera una vida despreocupada.

"Mamá, por favor, deja de decir esas cosas, vas a maldecir su suerte. ¡Además, sus habilidades de tiro son espléndidas, nunca tendrá un incidente así!". Candace tenía fe en Claude.

"¿Cómo sabes que sus habilidades de tiro son espléndidas?". La señora White la miró desconcertada y luego su expresión cambió para peor. "¿Acaso siempre carga un arma con él?".

Candace dijo eso a la ligera sin pensarlo dos veces y se apresuró a explicar: "Me refiero a que es ágil y nadie podrá hacerle daño. Además, trabaja para un hombre de negocios legítimo. No le pasará nada".

"Nadie puede asegurar eso. Lo más sensato es alejarse del peligro. De todos modos, ¡no aceptaré que estés junto a él!", dijo la señora White con una expresión fría.

Candace apartó la mirada y dijo con determinación: "Mamá, por favor, perdóname; no puedo prometerte eso. Ya he decidido estar con él".

"¡¿Cómo te atreves?!". La señora White estaba tan molesta que comenzó a jadear. Luego dijo exasperada: "¡Si no vas a romper con él, puedes olvidarte de salir de esta casa! De ahora en adelante, ¡tienes prohibido salir hasta que hayas reconsiderado las cosas!".

"Iré contigo". Sebastian tenía miedo de que Claude volviera a equivocarse, así que lo siguió de inmediato.

Poco después, llegaron a la casa de Candace. Una vez en la entrada, Claude hizo que Sebastian esperara a un lado mientras él tocaba la puerta.

En poco tiempo, la puerta se abrió y reveló a la señora White.

Tan pronto vio a Claude, su expresión se ensombreció de inmediato y dijo sin piedad: "¿Qué haces aquí? Vete, deja de entrometerte en nuestras vidas".

"Tía, escuché que Candace está enferma, así que estoy aquí para visitarla", dijo Claude manteniéndose cortés con ella.

"¿Quién dijo que está enferma? Ella está bien, no debes preocuparte por ella. ¡Solo mantente alejado de ella, y vivirá una vida mucho mejor!". La señora White usó toda su fuerza para empujarlo, y la puerta se cerró de golpe inmediatamente después.

Claude ni siquiera pudo decir otra oración, y mucho menos ver a Candace.