Ten cuidado, mi papá CEO romance Capítulo 1160

El corazón de Sharon se aceleró. Ella luego vio al hombre alegre en la lancha.

Él estaba sentado en la lancha de una manera tranquila y serena mientras exudaba fuerza y ​​​​poder, haciendo parecer que era invencible.

Sharon no pudo evitar acercarse a saludarlo. Ella estaba tan emocionada que parecía que le estaba dando la bienvenida a un héroe victorioso de regreso a casa.

Todos lo vieron con claridad. Simon había regresado y no había rastro de Dayton.

¿Significaba eso que Dayton había fracasado? ¿Simon lo había derrotado con una sola bala?

“Simon…”. Sharon se acercó corriendo. Ella no pudo evitar abrazarlo. Ella continuó murmurando para sus adentros. Afortunadamente, él había regresado.

El corazón de Simon, que había estado a flote durante mucho tiempo, finalmente se enraizó cuando ella lo abrazó. Él le devolvió el abrazo con fuerza.

“Lo siento, te he hecho sufrir por mi culpa”, dijo él en voz baja, que contenía un toque de lástima.

Sharon agitó su cabeza. Ella por fin entendía por qué su actitud hacia ella había cambiado tan drásticamente, así que no lo culpó.

Ellos se abrazaron como si no existiera nadie más. Naturalmente, todos los demás estaban disgustados, especialmente los colaboradores cercanos y los hombres de Dayton.

Jesse estaba en un estado de incredulidad. ¡¿Cómo pudo Simon Zachary haber matado al Joven Amo del Imperio Nocturno?!

¡Él no podía creer que Simon fuera tan poderoso!

“¿Por qué se quedan quietos? Él mató a su Joven Amo. ¿No van a vengarse de él?”. Jesse trató de irritar a los hombres de Dayton.

Los hombres de Dayton ya habían estado anhelando derribarlos. Después de escuchar las palabras de Jesse, ellos los rodearon de inmediato.

Ellos sacaron sus pistolas y apuntaron a Simon y Sharon.

Claude y Robert se pararon frente a Simon y Sharon de manera protectora. Aunque ellos tenían pistolas, eran superados en número. Era imposible para ellos ir contra los hombres de Dayton.

“Su Joven Amo les dijo que si Simon lo mataba, ustedes no tenían permitido hacernos nada. ¿Van a desafiar sus órdenes?”, les gritó Sharon con una expresión de frialdad en su rostro.