Ten cuidado, mi papá CEO romance Capítulo 1189

Eugene se tomó su tiempo en responder. Luego de tomar un sorbo de su vino y revolver juguetonamente el vino en su copa, finalmente respondió con una sola palabra: "Sí".

Ella sabía que Eugene no era una buena persona. ¡No podía esperar nada bueno de él!

La mirada de Eugene se posó en Fern una vez más. Estaba tratando de adivinar qué pasaba por la mente de la mujer. '¿Estará dispuesta a renunciar a su hija a cambio de su supuesta libertad?'.

"Dame el bolígrafo". Fern finalmente se decidió.

Eugene sintió que se le encogió el corazón mientras la miraba con frialdad. ¡No podía creer que ella decidiera firmar el documento, después de todo!

"¿Tantas ganas tienes de alejarte de mí? ¿De verdad no puedes esperar a sacarme de tu vida?", preguntó el hombre con los dientes apretados. ¡Él estaba luchando internamente, y su mirada fría parecía capaz de dejarla sin aliento!

"Hay algunas cosas que prefiero no responder", dijo Fern.

'¿Por qué se molesta en preguntarme esas cosas?'.

Ella no creía que los hombres pudieran ser tan sensibles en cuanto a estas cosas, ¡sobre todo porque tenía a otro hombre a su lado!

"¿Quieres alejarte de mí solo para poder estar con Jeremy, no es así?". Al final, Eugene no pudo evitar decir esto.

Fern se estaba impacientando y dijo irritada: "¿No hablamos suficiente de ese tema ya? ¿Puedes dejar de hacerme perder el tiempo? Solo quiero firmar el documento".

"¿Por qué no me respondes? ¿Acaso te sientes culpable?". Eugene sonrió con frialdad.

"Este es un asunto entre tú y yo solamente. Por favor, deja de incluir a otras personas en esto", respondió ella. '¿Por qué no puede simplemente admitir que él es el del problema?'

Eugene enarcó las cejas. "¡Muy bien, aceptaré tu petición!". Le arrojó un bolígrafo y dijo irritado: "Date prisa, fírmalo y luego lárgate de aquí".

Fern lo encontró gracioso. '¿Acaso estar borracho lo puso sensible?'.

Él agarró la pluma y firmó con elegancia junto a su nombre.

"Está bien, puedes irte". Eugene finalmente la dejó ir.

Fern tomó la carta de cancelación. No estaba segura de si se sentía alegre por dentro o no, pero sentía que se le había quitado un peso de encima.

Ella lo miró y pensó en despedirse de él, pero al notar que él ya no la miraba, captó la indirecta y se quedó callada. Entonces, guardó el documento y se dio la vuelta para irse.

Después de dar unos pocos pasos, escuchó de repente la voz de Eugene a sus espaldas. "Será mejor que te apresures a empacar tus cosas e irte. No quiero quedarme con las pertenencias de una mujer que no tiene nada que ver conmigo".

Los pasos de Fern se detuvieron, y se dio la vuelta para mirar al frío hombre. Le respondió: "Entendido". Ella tampoco deseaba dejar sus pertenencias en la casa de él.

Eugene solo miró de reojo a la mujer mientras esta salía con gracia. Al final, rompió la copa en su mano en pedazos.