Ten cuidado, mi papá CEO romance Capítulo 1210

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Capítulo 1210 de Ten cuidado, mi papá CEO novel

¡Fern no esperaba que el asistente de Jeremy hubiera grabado el video bajo sus órdenes!

Él había pensado de inmediato en las consecuencias futuras después de ver a Eugene tratando de forzarla y llevó a cabo con calma todos estos preparativos antes de tomar medidas para ayudarla.

De repente, Fern sintió que Jeremy era un desconocido para ella. Él no era una persona tan simple como aparentaba ser.

Por supuesto, Jeremy le había mencionado que él había estado en la industria del entretenimiento durante mucho tiempo. Por eso siempre se preparaba antes de hacer algo.

Tomemos este incidente, por ejemplo. Si él no le hubiera pedido a su asistente que grabara todo el incidente, nadie les creería por mucho que trataran de explicarse.

Ella bajó su mirada y se rio entre dientes. “Parece que hay mucho que necesito aprender de ti si quiero sobrevivir en esta industria”.

“Si lo deseas, puedo enseñarte todo lo que sé. Es por eso que pienso que es mejor que firmes un contrato con mi agencia”. Él aún seguía insistiendo en esto.

“Resolvamos este incidente primero”, respondió Fern en voz baja mientras miraba por la ventana. Su decisión de no firmar un contrato con la agencia del hombre era aún más firme en ese momento.

Cuando llegaron al hospital, Sydney todavía estaba en la sala de emergencias. Eugene estaba esperando afuera.

La expresión de Eugene, que ya era desagradable antes, se puso sombría cuando vio a Fern y a Jeremy.

“¿Cómo se encuentra ella?”, le preguntó Fern a Eugene después de mirar la puerta cerrada.

“Ella está en la sala de emergencias, ¿qué crees?”, le preguntó Eugene descortésmente. Le era imposible ser amable con ella.

Fern todavía quería decir algo más, pero se dio cuenta de que aparte de preguntarle sobre Sydney, no sabía qué decirle.

“Esperemos aquí por un tiempo. Hablaremos después de que nos informen sobre su condición una vez que salga de la sala de emergencias”, le dijo Jeremy a Fern.

Ella asintió. Ellos no tenían otra opción en ese momento.

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