Ten cuidado, mi papá CEO romance Capítulo 1216

“¿Le diste a Bonnie una ducha fría?”. Simon fijó su sombría y penetrante mirada en Diana mientras le preguntaba con seriedad.

“Yo... No, no lo hice. ¿Cómo sería capaz de hacerle algo así a mi propia hija? Debes confiar en mí...”. Diana entró en pánico mientras sacudía la cabeza para negar las acusaciones contra ella. ¡Ella no podía admitir lo que había hecho sin importar qué!

Simon la miró fijamente con frialdad sin decir nada. Diana no sabía si él confiaba en ella o no.

“¿Por qué hay tanta gente amontonada aquí? ¿No tienen todos su propio trabajo que hacer?”. Justo entonces, entró Penelope.

Ella resopló ligeramente al ver a Simon. “¿Así que todavía conoces el camino de vuelta a casa? He oído que has estado esperando a Sharon en la casa de los Newton estos días, pero ella siempre se niega a verte”.

Ella dio unos pasos hacia él y se rio burlonamente. “¿No crees que estás desperdiciando tus esfuerzos con una mujer que no te aprecia en absoluto? Hay una mujer obediente que te trata bien esperándote en casa. También tienes una hija tan adorable esperándote en casa, y sin embargo te niegas a venir a casa e insistes en esperar delante de una puerta cerrada. Si las noticias sobre esto se difundieran, me pregunto cómo se burlará la gente del jefe de la casa de los Zachary”.

A Simon solo le importaba el estado de su hija y la causa de su enfermedad en ese momento. Él fingió no escuchar los comentarios sarcásticos y burlones de Penelope.

Él siguió observando a Diana mientras su mirada se ponía rígida. “Será mejor que me digas la verdad”.

Diana bajó los ojos para evitar mirar la penetrante mirada del hombre. Sin embargo, ella siguió insistiendo en lo que había dicho anteriormente. “Nunca hice esas cosas. La señora Carter me está incriminando”.

La señora Carter también se puso nerviosa, por lo que se apresuró a decir: “Juro por Dios que vi a Diana dándole una ducha fría a la Pequeña Señorita Bonnie delante de mis propios ojos. Si estoy mintiendo o incriminándola, ¡entonces merezco morir!”.

“Tú...”. Diana miró con rabia a la señora Carter. ¡No esperaba que ella dijera palabras tan despiadadas!

“Presidente Zachary, no puede simplemente escuchar lo que dijo la señora Carter. Ella dijo que vio a Diana dándole una ducha fría a la bebé, pero no tiene ninguna prueba. Por eso no puede creer en ella”, defendió la señora York a Diana. Como era de esperarse, ella estaba del lado de Diana.

Todas seguían con sus propios argumentos. Era difícil saber si Diana le había dado realmente una ducha fría a Bonnie.

Simon no tenía tiempo de escuchar sus argumentos, por lo que tomó una decisión en ese instante. “No importa cuál de ustedes esté mintiendo, ya no necesitan cuidar de Bonnie. A partir de hoy, contrataré a un cuidador profesional para que la atienda”.

Diana dio un paso atrás. Era como si hubiera recibido un fuerte golpe. Su delgado cuerpo tembló y su rostro palideció al instante.

“Tú... ¿Cómo puedes ser tan cruel?”. Su voz también temblaba.

Tal vez él siempre había sido una persona de sangre fría y cruel. Su imaginación había sacado lo mejor de ella. ¡Diana pensaba que ella era especial para él!

Penelope se acercó a ayudar a Diana mientras miraba a Simon con una expresión rígida en el rostro. “¿Crees que ella se va a ir solo porque tú lo dices? ¡No estoy de acuerdo!”, exclamó ella con furia.

“No necesito tu aprobación”. Las palabras de Simon hicieron que Penelope se asfixiara por la rabia que emanaba de su interior.

“No me digas que eres el jefe de la casa y que no tengo derecho a opinar. Aunque tú seas el jefe de la casa, yo tengo derecho a hablar en nombre de la casa. ¡Puedo hacer que Diana se quede aquí!”.