Ten cuidado, mi papá CEO romance Capítulo 1246

Dayton frunció el ceño. No aprobó lo que ella dijo. “Te invité, no te secuestré. Tenlo claro”.

El párpado de Sharon se retorció un poco. ¿Cómo podía tener el descaro de decir que la había “invitado” a ese lugar?

"¿Entonces no me vas a dejar hacer una llamada para que mi familia sepa que estoy bien?". Acababa de aceptar seguir sus instrucciones, ¿no es así?

Si no podía cumplir con una pequeña petición como esa, entonces, ¿por qué le pidió ayuda?

Dayton levantó las cejas y dijo: “¿No estás subestimando un poco a Simon? ¿Crees que no podrá encontrar este lugar por su cuenta?”.

Sharon frunció los labios mientras lo miraba a los ojos. Él estaba en lo correcto. Simon podría encontrarla, pero que ella le informara era un asunto diferente.

Justo cuando estaba a punto de decir algo, uno de los subordinados de Dayton entró en la habitación y dijo: "Joven Amo, su tía está aquí".

La expresión de Dayton cambió cuando escuchó esas palabras. “Llévala a la sala de estar y pídele que me espere allí”.

"No es necesario. Solo quiero ver si Quincy se ha rendido”. La voz de una mujer resonó en la habitación cuando entró.

Sharon miró en dirección a la voz y vio a una mujer de unos 40 años pavoneándose hacia ellos. Estaba vestida con artículos lujosos de arriba a abajo, pero su rostro parecía un poco deslucido.

“Tía”, la saludó Dayton. De repente, su expresión se volvió mucho más solemne que antes. Era obvio que tenía mucho respeto por esa tía suya.

Hayley Night lo miró y luego su mirada intensa se desplazó hacia Sharon. Ella frunció el ceño y preguntó: "¿Quién es ella?".

“Ella es una perfumista. La traje aquí para hacer algunas fragancias para Quincy, solo para calmarla”, respondió Dayton.

Antes de que Dayton pudiera decir algo, ella le ordenó al hombre que estaba a su lado: "Despiértala con un poco de agua fría".

“Tía…”. Dayton estaba preocupado en ese momento. "¿Por qué no dejamos que se despierte sola?".

“¿Quién sabe cuándo se despertará? Quiero hacerle algunas preguntas ahora mismo”. Hayley miró a su subordinado y dijo: “¿Qué haces parado ahí? ¿No me escuchaste?”.

"Sí". El subordinado cumplió inmediatamente su orden.

Dayton no pudo detener a su tía, por lo que no tuvo más remedio que quedarse allí y ver cómo sus subordinados le echaban agua helada a Quincy.

Sharon también quería detenerlos, pero si ni siquiera Dayton tenía forma de detener a su tía, ¿qué podía hacer ella?