Ten cuidado, mi papá CEO romance Capítulo 1269

“Ah...”, exclamó Fern suavemente. Ella se tapó la boca, ya que tenía miedo de despertar a los demás.

Ella entonces reconoció a la persona sentada en el sofá bajo la tenue luz. Ella se palmeó el pecho y preguntó: “Eugene Newton, ¿qué haces aquí en lugar de dormir?”.

Su mirada profunda y sombría se fijó en ella en la oscuridad.

Después de escuchar lo que la mujer dijo, Eugene levantó la mano derecha y balanceó la copa de vino que tenía en la mano. “Estoy bebiendo. ¿Quieres una copa también?”. Él estaba bebiendo vino tinto. El líquido de color burdeos oscuro chapoteaba en el vaso.

La voz grave de Eugene sonaba excepcionalmente sensual por la noche. Era cautivador.

Fern ya se había calmado. Ella fingió indiferencia y dijo: “No, gracias”. Ella luego dejó la taza y se dirigió a su habitación.

Sin embargo, ¡Eugene la alcanzó y tiró de ella cuando pasó junto a él!

Fern cayó en los brazos del hombre antes de que pudiera prepararse y gritó con sorpresa. Eugene presionó inmediatamente su dedo en los labios de ella y dijo: “Shhh, no hagas ningún ruido. ¿Quieres despertar a los demás?”.

Fern permaneció atrapada en los brazos del hombre bajo la tenue luz. Los labios de él se torcieron para formar una sonrisa malvada. Había un rasguño en el lado de la cara del hombre. Ella le había dejado ese rasguño cuando lo abofeteó antes en la gala nocturna.

Su respiración estaba entrecortada. Fern intentó apartarlo después de volver en sí, pero él fue mucho más rápido que ella. ¡Él la presionó contra el sofá de inmediato!

Fern se tensó completamente. Su corazón se aceleró mientras gritaba con vergüenza: “¿Qué estás haciendo? ¡Levántate de inmediato!”.

“¿De verdad no vas a beber nada?”, le preguntó Eugene en un tono monótono mientras le entregaba una copa de vino.

“¡No! ¿No entendiste lo que te dije?”. Fern estaba realmente enfurecida. Ella siempre sentía que su seguridad estaba en peligro cuando estaba con él.

“Este es un vino realmente bueno. Es una lástima...”. Él ignoró los forcejeos de la mujer mientras levantaba la cabeza para beberse el vino que quedaba en la copa. Él luego colocó la copa en la mesa de café.

Eugene bajó la cabeza y la enterró en el pliegue del cuello de ella. “¿Puedes hacerme compañía, mmm?”, murmuró él.

“¡Eugene Newton! ¡Ya no estamos en una relación!”, le recordó ella.

Sus palabras parecían haber desencadenado las emociones de Eugene, pues este levantó la cabeza y la miró fijamente con una mirada apasionada. Él exudaba un aura peligrosa.

“Dilo de nuevo”.

“Puedo decirlo innumerables veces porque es un hecho…mhm...”. Antes de que ella pudiera terminar de hablar, él bajó la cabeza y selló sus labios con un áspero beso.

Él no quería escuchar esas palabras despreciables de ella. Esta era la única manera de impedir que ella hablara.

Los ojos de Fern se abrieron ampliamente de golpe. ¿Qué estaba haciendo él?