Resumo de Capítulo 1302 – Ten cuidado, mi papá CEO por Internet
Em Capítulo 1302, um capítulo marcante do aclamado romance de Amor Ten cuidado, mi papá CEO, escrito por Internet, os leitores são levados mais fundo em uma trama repleta de emoção, conflito e transformação. Este capítulo apresenta desenvolvimentos essenciais e reviravoltas que o tornam leitura obrigatória. Seja você um novo leitor ou um fã fiel, esta parte oferece momentos inesquecíveis que definem a essência de Ten cuidado, mi papá CEO.
Parecía que Fern no había escuchado el rechazo de Eugene, pues le dijo de inmediato al Viejo Amo Newton: “Si él se compromete a no volver a molestarme y a devolverme los derechos de custodia de Rue, no lo demandaré”.
Ella quería recuperar a su hija. Era una condición razonable.
Quinn entrecerró los ojos y dijo: “De acuerdo, haremos lo que dices”.
Aunque él no podía soportar dejar a Rue, ya que podría ser la única descendencia de Eugene, seguiría siendo mejor que dejarle ir a la cárcel.
Además, él solo tenía que cederle los derechos de custodia de Rue. Él todavía tenía el derecho de visitar a Rue si quería verla.
“¡No estoy de acuerdo! ¡Prefiero ir a la cárcel!”. Eugene nunca cambiaría a su hija por su propia libertad.
Quinn ignoró las protestas de su nieto y miró a Rue. Él le preguntó con un tono amable: “Rue, ¿quieres estar con tu madre o con tu padre?”.
Rue miró a su padre y luego a su madre. Ella preguntó: “Mami, ¿no enviarás a papi a la cárcel si te sigo?”.
Fern asintió y dijo: “Así es”.
“De acuerdo, te seguiré, mami. No envíes a papi a la cárcel”, dijo Rue sin dudar.
De repente, Fern tuvo sentimientos complicados. ¿Rue aceptó a estar con ella solo para que Eugene no fuera a la cárcel?
“¡Rue, no necesito que hagas eso por mí!”. La voz de Eugene era extremadamente seria. Él sintió de repente que si tuviera una hija así a su lado, no le importaría ir a la cárcel.
“Papi, tienes que vivir bien. No quiero que vayas a la cárcel. Sé que mami y tú se han separado. Aunque ambos no puedan estar juntos, no se conviertan en enemigos, ¿de acuerdo?”. Este era su único deseo.
Fern y Eugene permanecieron en silencio después de escuchar estas palabras. En ese instante, ambos se dieron cuenta de que no podían ni siquiera compararse con un niño.
“Escúchala. Rue está siendo muy considerada con los dos. Sepárense en paz por el bien de Rue”. Quinn no pudo evitar decirles también.
¿Él tenía miedo de que Rue fuera maltratada por un padrastro? ¿Tenía miedo de que un padrastro reemplazara su posición como el padre de Rue?
¿Tan poca confianza tenía en sí mismo?
“Estás pensando demasiado. No le conseguiré un padrastro. Estoy totalmente decepcionada de los hombres por tu culpa, así que no volveré a salir con ningún hombre, y mucho menos a casarme con uno”, dijo ella con frialdad.
“¿Significa eso que estás de acuerdo con mi condición? En ese caso, tienes que firmar un acuerdo”.
“¿Qué acuerdo tenemos que firmar?”. Fern frunció el ceño.
“Un acuerdo que establezca que no saldrás con Jeremy ni te casarás con él”, insistió él en que ella aceptara esta condición.
“Tú...”. Él debía de estar realmente loco. ¿Cómo se podía firmar un acuerdo sobre algo así?
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