Ten cuidado, mi papá CEO romance Capítulo 1322

Al llegar a casa, Fern sacó el botiquín de primeros auxilios y se preparó para tratar su propia herida. Ella no esperaba que Rue volviera de la escuela en ese momento.

“Oh, mami, ¿cómo te lastimaste?”. A Rue le dolía tanto el corazón que casi comienza a llorar cuando vio la sangre en la palma de su madre.

Una pizca de pánico cruzó la mirada de Fern. “Oh... fui a filmar hace un momento. Me lastimé sin querer”, dijo ella de inmediato.

“¿Por qué fuiste tan descuidada?”, la culpó Rue. Sin embargo, su mirada estaba llena de lástima.

“¿Eh? ¿Qué tío te dio su chaqueta, mami?”. Rue se dio cuenta de que su mami llevaba una chaqueta de traje de hombre.

“Es de uno de mis colegas. Él me prestó su chaqueta, ya que mi camisa se rompió después de que me lastimara mientras filmaba”. Ella no se atrevió a contarle a su hija lo que había pasado.

“Oh, entonces te ayudaré a tratar tu herida, mami. Cámbiate de ropa después”. Rue no sospechó en absoluto de las palabras de su madre.

“De acuerdo”. Fern dejó que Rue la ayudara a vendar su herida. Su mirada se posó en el suave y delicado rostro de su hija. Sin embargo, su corazón palpitaba dolorosamente.

Ella tal vez volvería a experimentar algo así en el futuro, pero tenía que seguir adelante por el bien de su hija. De lo contrario, Eugene podría quitarle los derechos de custodia que tanto había intentado obtener.

La noticia de que Fern había herido al señor Stewart estrellando una botella contra su cabeza se difundió en el sector. Aunque no se informaba en las noticias, todos en la industria del entretenimiento lo sabían. Ella terminó completamente expulsada de la industria.

Nadie en la industria se atrevía a pedirle que rodara ningún anuncio. Ella había perdido todos sus recursos laborales.

El señor Stewart también había emitido un comunicado. Él solo retiraría la expulsión si ella se disculpaba personalmente con él.

Por supuesto, Fern no se disculparía con él. Ella sabía lo que le ocurriría si iba a disculparse.

Además, disculparse con él no serviría de nada. Aquellos pícaros querrían sin duda que ella pagara por lo que había hecho de otra manera. Él incluso podría intentar violarla una vez más.

Por la forma en que ocurrieron las cosas, ella terminó completamente sin trabajo.

“Eso es asunto de ella. Lo resolverá ella misma”, dijo Eugene con calma.

“Pero ella ha sido expulsada de la industria del entretenimiento y no puede conseguir ningún trabajo”. Wyatt quería ayudarla, pero él aún necesitaba la aprobación de su jefe para hacerlo.

“Que tenga o no trabajo no tiene nada que ver conmigo. Ella no es mi mujer”, dijo Eugene en un tono carente de toda calidez. Había una expresión rígida en su rostro.

Wyatt dejó de hablar. Eugene tenía razón. Él no podía hacer que su jefe incumpliera el acuerdo que había firmado ayudando a Fern en privado. Si el Viejo Amo se enteraba, él definitivamente le rompería las piernas.

Además, el presidente Eugene siempre había estado en contra de la decisión de Fern de trabajar en la industria del entretenimiento. Él tal vez quería aprovechar esa oportunidad para hacerla abandonar esa industria.

Eugene volvió a su villa para cenar por la noche.

Las heridas de Sydney se habían recuperado casi por completo. Ella se había mudado a su villa después de recibir el alta del hospital. Después de todo, él le había dicho que se haría responsable de ella en el futuro.