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Todos los invitados pudieron ver la felicidad en el rostro de Sydney a través del velo blanco que llevaba.
Sharon estaba sentada en los asientos de los invitados. Tras la aparición de Sydney, escuchó a la gente que estaba detrás murmurando sobre ella.
Incluso escuchó a algunos niños inmaduros hacer comentarios como: "¡La novia es una bruja fea!".
Los padres de los niños les taparon las bocas de inmediato para evitar que hablaran tonterías.
Sin embargo, nada pudo evitar que los que estaban a su lado hablaran en voz baja. "La novia es bastante bonita, pero es una pena que un lado de su cara esté arruinado".
"Ella sacrificó la mitad de su cara para convertirse en la esposa del presidente Eugene. Mientras al presidente Eugene no le importe su apariencia, ella puede disfrutar de una vida lujosa".
"Eso es cierto. Me pregunto si al presidente Eugene realmente no le importa su apariencia. Después de todo, a los hombres les gustan las mujeres por su aspecto".
"¿Quién sabe? Sin embargo, su vestido de novia parece costoso. El diseño se ve excepcionalmente bien también".
"El vestido de novia luce muy bien, pero me han dicho que no está hecho a medida. Lo eligieron al azar en una tienda. Si no, le habría quedado bien".
"¿De verdad? No es de extrañar que el vestido le quede demasiado grande. La talla no le queda nada bien".
"Ahora es la esposa de un hombre rico, pero su vestido de novia ni siquiera está personalizado. Está claro que al presidente Eugene no le gusta mucho".
Después de su discusión, dejaron escapar risas silenciosas. Evidentemente, eran personas a las que no les gustaba ver que a otros les iba mejor que a ellos en la vida.
Sharon sintió deseos de voltearse para pedirles que se callaran, pero Sydney ya estaba ante Eugene. La ceremonia de la boda comenzaría pronto.
Sydney caminó por la alfombra roja con cierta dificultad debido al pesado vestido que llevaba. Finalmente se paró frente a Eugene.
Era imposible para ella no estar nerviosa, especialmente cuando Eugene estaba delante de ella.
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