Ten cuidado, mi papá CEO romance Capítulo 1417

Los golpes que se daban eran mortales. Estaban en una competencia de quién era más agresivo que el otro.

Eugene solía hacer ejercicio, así que sus habilidades de combate eran bastante buenas. Después de intercambiar unos cuantos golpes, Jeremy comenzó a estar en desventaja.

¡Bam!

Eugene dio una fuerte patada a Jeremy, la cual lo hizo caer al suelo. Eugene entonces se arrodilló sobre una rodilla y agarró el cuello de Jeremy mientras él estaba demasiado débil para levantarse. Acto seguido, ¡le dio varios puñetazos en la cara!

El corazón de Fern se estremeció al ver esta escena. Si Eugene seguía golpeando a Jeremy así, ¡definitivamente le quitaría la vida!

Ella se apresuró a abrazarlo fuertemente por detrás. “¡Eugene Newton, deja de golpearlo! Si le sigues pegando, ¡perderá la vida!”.

Eugene parecía estar demasiado inmerso en golpear a Jeremy. La rabia ardía en su mirada mientras seguía golpeando a Jeremy sin una pizca de empatía, y parecía que no le importara que este perdiera la vida.

La sangre salpicó la cara y la cabeza de Jeremy. La escena era terriblemente espantosa.

“¡Eugene Newton, detente! ¡Detente!”. Fern estaba tan asustada que estaba a punto de romper a llorar. Ella lo abrazó y le gritó, pero todo era inútil.

En tal situación tan grave, ella no podía seguir considerando las consecuencias de sus actos. Ella le sostuvo la cara con las manos y le dio la vuelta con fuerza. ¡Ella luego lo besó en los labios!

Eugene finalmente dejó de golpear a Jeremy. Su visión, que había sido cegada por el deseo de asesinar a Jeremy, finalmente se aclaró. Él parecía haber recuperado la cordura.

Eugene frunció el ceño mientras miraba a la mujer que lloraba frente a él. Su voz era excepcionalmente ronca. “¿Por qué estás llorando?”. Él levantó la mano para secarle las lágrimas, pero se dio cuenta de que tenía las manos llenas de sangre.

Fern lo abrazó y apoyó la barbilla en el hombro de él. “Deja de golpearlo, ¿de acuerdo?”. Ella no sabía por qué había empezado a llorar de repente.

“¿Estás pidiendo clemencia en su nombre?”, preguntó Eugene con una expresión sombría en su rostro.

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