Ten cuidado, mi papá CEO romance Capítulo 1475

Fern sabía que Sharon la había ayudado a resolver esa difícil situación para que no fuera echada de manera vergonzosa por esos guardaespaldas. Sin embargo... ella nunca había querido asistir a la cena de cumpleaños del Viejo Amo, en primer lugar. Ella quería irse.

“Gracias”, le dijo ella a Sharon.

“No es necesario que seas cortés conmigo”, dijo Sharon mientras miraba a Eugene significativamente.

Eugene siguió frunciendo el ceño en silencio. Él desprendía un aura de frialdad que le impedía a cualquiera acercarse a él.

“¡Bonnie, deséale a tu abuelo un feliz cumpleaños!”. Sharon llevó a su hija hasta el Viejo Amo.

El Viejo Amo miró a Sharon con frialdad y le dijo: “No tienes que ser tan cortés conmigo. Tengo miedo de que me harás enfadar de nuevo en un abrir y cerrar de ojos”.

Sharon se rio entre dientes y dijo: “Abuelo, no te he hecho enfadar últimamente”.

“Invitaste a otros a mi cena de cumpleaños sin decírmelo. ¿Esto no cuenta?”.

¿El Viejo Amo la estaba culpando por haber invitado a Fern?

“Abuelo, independientemente de todo, Fernie es la madre biológica de Rue. Es razonable que esté aquí y te desee un feliz cumpleaños”, dijo Sharon.

El Viejo Amo Newton no estuvo de acuerdo con lo que dijo. Él resopló con frialdad y dijo: “Yo no lo pedí”. Él observó su entorno como si estuviera buscando algo. Luego miró a Eugene y preguntó: “¿Dónde está Rue? ¿Por qué no la veo?”.

Eugene respondió: “Ella está en la casa de su madre”.

El Viejo Amo miró a Fern, quien se apresuró a decir: “Rue está en mi casa. No sabía que hoy era su cumpleaños, así que no la traje”.

“¿Te la llevaste tan pronto como volviste?”. La mirada del Viejo Amo pasó de Fern a Eugene rápidamente. La mirada fría de sus ojos se hizo más fuerte mientras la fijaba en Eugene. Él dijo: “Ella no sabe que hoy es mi cumpleaños, pero ¿tú no lo sabes? ¿Por qué no trajiste a Rue?”.

“Si quieres verla, le pediré a Wyatt que la traiga”. La expresión de Eugene permaneció tranquila. Parecía que esto no era un gran problema para él.

“Olvídalo, no necesito verla”. Había una expresión desagradable en la cara del Viejo Amo. Él también estaba extremadamente irritado. Las cosas no parecían estar bien.

Fern asintió. Ella se dio la vuelta y miró a Sharon. Antes de que pudiera decir algo, Sharon preguntó: “¿Tienes tanta prisa por irte?”.

“Sí, no debería haber venido aquí”, dijo ella en tono de burla.

Sharon miró a Eugene y le preguntó: “¿Quieres llevarla de vuelta?”.

“Ella es tu invitada, no la mía”, dijo Eugene. Él luego se dio la vuelta y se marchó con frialdad.

“Qué hombre tan terco”. Sharon no pudo resistirse a refunfuñar en voz baja.

“¿Necesitas que te consiga un coche para regresar?”, le preguntó Sharon a Fern.

La mirada de Fern se alejó de Eugene. Ella reprimió la frustración que llevaba dentro y dijo: “No es necesario”.