Ten cuidado, mi papá CEO romance Capítulo 1483

Rue se encogió instintivamente. "¿Quién... quién es usted?".

"¿Yo?". La mujer soltó una fuerte carcajada. "Soy tu futura suegra. Ahora eres mi pequeña nuera. Después de un año o dos, te casarás con Hound. Cuando llegue el momento, tendrás que dar a luz a unos cuantos niños gorditos para nuestra familia, ¿de acuerdo?".

El corazón de Rue se estremeció de sorpresa. ¿Se había convertido en la novia infantil de esta familia?

"Todavía soy muy joven. ¡¿Cómo puedo casarme, y mucho menos dar a luz a niños?!". Ella misma era todavía una niña.

La expresión de la mujer cambió después de escuchar sus palabras. "Después de un año o dos, ya no serás joven. En aquel entonces, di a luz a Hound cuando tenía 13 o 14 años. Además, gastamos la mayor parte de nuestro dinero en comprarte para que fueras la nuera de nuestra familia. Debes darnos hijos".

El pequeño cuerpo de Rue temblaba de miedo. "¿Quién me ha vendido a ustedes? ¿Necesitas dinero? Mis padres tienen dinero. Déjame ir y te daré una gran suma de dinero".

"¿Dinero? Necesitamos dinero, pero necesitamos más una nuera. Ya que estás en nuestra casa, quédate tranquila y forma parte de nuestra familia. Si nos ayudas a tener unos cuantos hijos gordos, te aseguro que te trataremos bien".

"¡No quiero hacer eso! ¡No voy a dar a luz a ningún niño!". Rue sacudió la cabeza y rechazó su oferta. Bajó de un salto del lado de la plataforma de ladrillos y trató de huir.

La mujer la detuvo y trató de atraparla. "Pequeña, desde que llegaste a nuestra casa te convertiste en parte de nuestra familia. ¿Adónde crees que vas?".

"¡Suéltame!". Rue era delgada y pequeña. No era rival para la mujer fuerte y corpulenta.

La mujer cargó con Rue. Rue se sintió como un pájaro que no podía volar por mucho que intentara agitar sus alas.

La mujer fuerte la arrojó con fuerza sobre la plataforma de ladrillos. "Sé más obediente. Aunque consigas salir corriendo de esta casa, no podrás escapar de esta enorme montaña. No se te ocurra volver a tu ciudad".

"Bien, bien, bien, la llevaré al campo mañana". Hound empujó a su madre fuera de la puerta y dijo: "Sal primero. Deja que le diga algo a mi mujer".

"Será mejor que no la malcries, imbécil", lo reprendió la mujer antes de salir de la habitación.

Hound cerró la puerta y se acercó a Rue con una alegre sonrisa en el rostro.

"Tú... No te acerques". Rue se quedó encorvada para esconderse de él. Sin embargo, ya no había espacio para que se retirara hacia atrás.

"No tengas miedo. Seremos marido y mujer en el futuro. Puedes contarme todo". Aparte de que era demasiado delgada para su gusto, Hound estaba muy satisfecho con su futura esposa.