Ten cuidado, mi papá CEO romance Capítulo 1501

“Viejo Amo, eso no parece una buena idea...”.

Fiona conocía bien el temperamento de Eugene. Él parecía respetar y escuchar las palabras del Viejo Amo, pero una vez que la situación involucraba a las personas y las cosas que le importaban, él dejaba de ser amable al respecto.

El Viejo Amo la miró con frialdad. “¿Qué pasa? ¿Tampoco vas a escuchar mis órdenes?”.

Fiona entró en pánico y dijo de inmediato: “No, no.... Haré lo que dijo”.

Sydney bajó la cabeza mientras una pequeña sonrisa se formaba en sus labios. Siempre y cuando el Viejo Amo estuviera de su lado, ella no tendría que preocuparse de que Eugene se divorciara de ella.

...

Fern se despertó temprano en la mañana. Ella se sentó de repente en su cama cuando recordó que Eugene había pasado la noche allí el día anterior. Él estaba en ese momento en la habitación de Rue. Ella se preguntaba si él había dormido bien.

Qué raro. ¿Por qué le importaba si había dormido bien o no?

Ella se puso el abrigo y fue a la habitación de Rue para echar un vistazo. Sin embargo, un olor fragante invadió sus sentidos cuando salió por la puerta. También había ruidos procedentes de la cocina.

¿Había llegado Asher a prepararles el desayuno tan temprano?

Ella caminó hacia la cocina. Antes de ver quién era, ella llamó: “Asher...”. Cuando ella llegó a la entrada de la cocina, se dio cuenta de que no era Asher.

“¿Eres tú? ¿Qué estás haciendo?”. ¿Era Eugene?

Eugene estaba ocupado haciendo algo de espaldas a ella. Ella no sabía qué estaba cocinando el hombre.

Después de acercarse, ella se dio cuenta de que había huevos estrellados en la sartén. Había tres huevos...

“¿Estás preparando el desayuno?”. Él no parecía que fuera bueno haciendo algo como eso.

“Sí”, dijo Eugene.

Fern no pudo evitar reírse al verle freír los huevos con tanta atención y cautela.

“Claro”. Rue también lo anticipaba mucho.

Cuando Fern y Rue terminaron de lavarse y se dirigieron a la mesa del comedor, ya había un delicioso desayuno. Había cruasanes, panes, panecillos escoceses, panqueques y huevos estrellados. Había una gran variedad de comida. Todo lucía extremadamente delicioso.

“Papi, ¿preparaste todo esto?”. ¿Por qué no sabía que él sabía hornear todas estas cosas?

Eugene se tocó la nariz y dijo: “Hice los huevos estrellados”.

“Los otros...”.

“Le pedí a Wyatt que los comprara en la Casa de Té Suprema y los trajera”.

La Casa de Té Suprema era el mejor lugar para desayunar de la zona. Había que hacer una reserva allí con antelación para poder comer y disfrutar de sus panes de desayuno.

Fern y Rue intercambiaron una mirada. Resultaba que esa era la verdad...