Ten cuidado, mi papá CEO romance Capítulo 1515

“¿En qué estabas pensando?”. Eugene se acercó a su lado.

“... No es nada”. Ella bajó la cabeza y continuó lavando los platos mientras una pizca de nerviosismo cruzaba su rostro. Obviamente, ella no podía dejarle saber lo que estaba pensando.

Eugene se quedó mirando el perfil lateral de la mujer mientras una sonrisa de satisfacción se formaba en sus labios. “Me voy a divorciar”.

Fern lo miró con confusión. “Ya lo sé”. ¿Por qué tenía que repetirlo una vez más?

Él fijó su sombría mirada en ella mientras su alta complexión se acercaba lentamente a ella. Él acercó su apuesto rostro hacia ella y le preguntó: “¿No hay nada que quieras decirme?”.

Fern inclinó la cabeza hacia atrás mientras su respiración se hacía ligeramente más pesada. Él estaba tan cerca de ella que podía sentir su aliento en la cara.

Ella se rio secamente. “Puedes divorciarte de ella si quieres. ¿Qué tiene que ver eso conmigo? ¿Qué quieres que te diga?”. Ella no era la que le había pedido que se divorciara.

Eugene entrecerró sus ojos almendrados y preguntó: “Después de divorciarme, ¿crees que es posible que volvamos a estar juntos?”.

El corazón de Fern dio un vuelco. ¿Cómo se atrevía a decir algo así?

Ella retrocedió instintivamente. Sin embargo, había manchas de aceite en el suelo de la cocina, así que se resbaló y cayó hacia atrás. “Ah...”.

Ella gritó con sorpresa. Justo cuando pensó que estaba a punto de caer al suelo, Eugene extendió su fuerte brazo y la rodeó por la cintura. ¡Él la atrajo hacia su abrazo!

Fern aún no se había calmado, y su rostro se puso pálido debido a la sorpresa. Eugene se rio levemente mientras su voz sonaba por encima de ella. “Solo mencioné que si era posible volver a estar juntos. No tienes que reaccionar tan fuertemente a eso, ¿verdad?”.

Ella se sintió ligeramente avergonzada mientras intentaba apartarlo. “Me resbalé. No estaba reaccionando a lo que dijiste”.

Él la rodeó con sus brazos e impidió que se separara de su abrazo. Luego se rio entre dientes y dijo: “De acuerdo, no estabas reaccionando fuertemente. Simplemente estabas demasiado feliz”.

“¡No estoy feliz! ¡No malinterpretes mis intenciones!”, dijo ella en tono de pánico.