Ten cuidado, mi papá CEO romance Capítulo 1536

"Eugene...". Sydney había caído al suelo vergonzosamente. Al ver a Eugene actuar con tanta frialdad y crueldad, como si no quisiera otra cosa que matarla, ¡por fin se dio cuenta de que Fern no era solo una persona que le importara!

Eugene se dio la vuelta y notó que el bisturí había dejado un corte en el brazo de Fern. Sus cejas se fruncieron con fuerza de inmediato.

"¿No les ordené que la protegieran? ¿Qué estaban haciendo?". Eugene, quien normalmente era educado y noble, perdió los nervios delante de los guardaespaldas. Emitía un aura aterradora.

Los guardaespaldas bajaron la cabeza. Ni siquiera se atrevieron a soltar un solo suspiro.

"¿Puede venir a curar su herida?", le gritó él a una enfermera.

La enfermera debió quedar tan impactada por la fría actitud del hombre que no se acercó a ayudar a Fern a tratar su herida antes. Se acercó apresuradamente tan pronto la llamaron.

Sydney vio lo mucho que Eugene se preocupaba por Fern. Por otro lado, él la arrojó al suelo con dureza a pesar de ser su mujer. ¡Ni siquiera mostró un ápice de piedad por ella, ya que Fern era todo lo que veía!

El odio y los resentimientos que había reprimido en su interior durante mucho tiempo se le subieron a la cabeza. La ira abrumadora se apoderó de ella mientras se levantaba de forma repentina y corría hacia Fern. Ella gritó con todas sus fuerzas: "¡Ah... p*rra! ¡Te voy a matar!".

Los guardaespaldas reaccionaron a tiempo esta vez. La sujetaron antes de que pudiera acercarse a Fern.

Sydney agitó las manos y gritó alocadamente con todas sus fuerzas: "Fern Thompson, te voy a matar...".

Eugene frunció el ceño y la miró. Sydney tenía el cabello revuelto. También había una expresión salvaje en su rostro. No dejaba de gritarle a Fern, diciéndole que quería matarla. Cuanto más la miraba, más mentalmente inestable parecía.

Entrecerró los ojos y dijo con frialdad: "Creo que no deberías ir a la cárcel. Deberías recibir tratamiento en un hospital psiquiátrico".

Sus palabras hicieron que Sydney se calmara de su episodio maníaco. Lo miró con incredulidad.

¿Qué había dicho? ¿Quería enviarla a un hospital psiquiátrico?

Fern también se sorprendió por lo que dijo. Había permanecido en silencio todo el tiempo porque no quería molestarse más con Sydney. Para ser sinceros, Sydney parecía una loca en ese momento.