Ten cuidado, mi papá CEO romance Capítulo 1556

El Viejo Amo Newton se sintió extremadamente enfadado por las palabras de Rue. Incluso después de despertarse tras haberse desmayado y estar en la cama durante muchos días, él todavía no podía calmarse. Él ya no tenía energía para echar a Fern.

Sin embargo, él le pidió a Fiona que buscara otros médicos. Sin embargo, todos los médicos que contrataron les dieron la misma respuesta.

Después de muchos días, Eugene aún no se había despertado. Ellos se habían preparado mentalmente para el peor de los casos.

Sharon se enteró de que el Viejo Amo se había desmayado debido a una ira desbordante tras discutir con Fern en el hospital.

Ella fue al hospital a visitar al anciano después de que este recuperara la conciencia.

“Abuelo, esta es la fragancia que formulé hace un tiempo. Puede calmar los nervios y las emociones para estabilizar el temperamento. Creo que te será útil, así que vine a dártela”. Después de hablar, Sharon colocó un cristal aromático en la mesita de noche y luego puso dos gotas de la fragancia de aceite esencial en él.

La fragancia pronto envolvió la habitación. Era un aroma único.

El Viejo Amo estaba sentado en la cama mientras se apoyaba en el cabecero. Él observó las acciones de Sharon con una mirada gélida antes de decir con frialdad: “Llévate tu basura de perfume fuera de aquí. ¡No lo necesito!”.

Sharon lo miró y dijo: “Mira qué inestable es tu temperamento. Esta fragancia te ayudará a calmarte. ¿Por qué no la necesitas?”.

El Viejo Amo la miró con frialdad, una que era extremadamente frígida. Si ella pudiera leer la situación, se habría llevado obedientemente sus cosas en lugar de decir tales cosas para hacerlo enojar.

Sin embargo, Sharon nunca dejaba que él se saliera con la suya.

Ella le dijo a Fiona: “Pon dos gotas de esta fragancia de aceite esencial en el cristal aromático cada día y cada noche. Esto será bueno para él”.

Fiona miró la expresión aterradora del rostro del Viejo Amo. Él se estaba esforzando por controlar su temperamento. Ella bajó la cabeza y dijo: “De acuerdo”.

“¿Qué sabes tú? Si te atreves a hacer lo que ella dice, te mandaré

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