Ten cuidado, mi papá CEO romance Capítulo 1569

Ellos habían intentado celebrar una ceremonia de boda más de una vez, pero nunca habían podido llevarla a cabo.

“No es problema para nosotros. Nuestros hijos ya han crecido, de todos modos”, dijo Sharon mientras se encogía de hombros.

“Ya que ese es el caso, Bonnie debería ser nuestra niña de las flores durante la boda también”.

Sharon rechazó su oferta. “Rue es suficiente. Bonnie es todavía demasiado pequeña. No puede ser una niña de las flores”.

Eugene resopló con frialdad. Bonnie no era tan joven. Era solo que Sharon no podía soportar que fuera una niña de las flores.

El Viejo Amo Newton permaneció en silencio mientras escuchaba la conversación que estaban teniendo ellos. Luego dijo: “Vuelve a la casa de los Newton cuando te den el alta del hospital”.

Eugene lo pensó un rato antes de decir: “Claro, me mudaré de vuelta con Fern y Rue”.

El Viejo Amo frunció el ceño. ¿Estaba tratando de poner a prueba sus límites?

Él miró a Fern. Aunque todavía le costaba aceptarla, no tenía otra opción, ya que Eugene gustaba de ella.

“Deberías quedarte afuera, entonces”. Él no se oponía a su matrimonio, pero eso no significaba que iba a permitir que Fern se quedara en la casa de los Newton.

“Abuelo, tienes la mentalidad bien cerrada”, comentó Sharon.

“¿Cómo tengo la mentalidad cerrada?”. El Viejo Amo la miró con irritación.

“La casa de los Newton es muy grande. ¿No te sientes solo viviendo allí? ¿No puedes dejar que mi hermano y su familia se muden?”. Sharon era probablemente la única que se atrevía a hablarle de esa manera.

“Es tranquilo cuando vivo solo. No me gusta tener tanta gente en casa”, dijo el Viejo Amo con una expresión rígida en el rostro.

“No es de extrañar que siempre estés solo”, dijo Sharon mientras agitaba su cabeza.

El Viejo Amo se sentía bastante cansado después de haber estado fuera durante tanto tiempo. “Voy a volver a casa”, dijo él.

“Abuelo, espero que puedas asistir a nuestra boda”, dijo Eugene.

El Viejo Amo hizo una pausa y se volteó para mirarlos. Después de un breve silencio, él dijo: “Veamos”.

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