Ten cuidado, mi papá CEO romance Capítulo 1580

Quincy intentó recoger las flores con pánico. Sin embargo, Dayton la detuvo.

“No te muevas. Les pediré que las recojan”. Él luego le gritó a los hombres que estaban a su lado: “¿Por qué siguen ahí parados? ¡Recojan todas las flores de una vez!”.

“¡Sí!”. Ocho hombres se apresuraron a recoger rápidamente todas las flores que se había llevado el fuerte viento.

Tres minutos después, los hombres regresaron con todas las flores en sus manos.

Dayton agarró las flores y le dijo a Quincy: “Ya puedes empezar a acomodarlas”.

“De acuerdo”. Quincy trató de acomodar las flores una vez más. Justo entonces, otra enorme ráfaga de viento sopló hacia ellos. Las flores que ella estaba a punto de acomodar se las llevó el viento una vez más.

Dayton no creía en esas coincidencias. Él movió las manos para sacar las flores de las manos de Quincy y dijo: “Déjame hacerlo”.

Quincy evadió sus manos y dijo: “No, quiero colocarlas en las tumbas de mis padres por mi cuenta”. Ella tampoco creía en tales coincidencias.

Ya que ella era tan persistente, él no tuvo más remedio que ceder a su petición. “Ya no hay mucho viento. Puedes hacerlo ahora”.

Quincy miró las lápidas y les dijo a sus padres: “Papá, mamá, solo quiero colocar algunas flores frescas y velas aquí, y tener una charla con ambos. Si ya no están enfadados conmigo, por favor, acéptenlas, ¿de acuerdo?”.

Después de hablar, ella respiró profundamente y volvió a intentar colocar los objetos delante de las lápidas. Ella respiró con cautela y empezó a colocar las flores y las velas.

Ella por fin consiguió colocarlo y arreglarlo todo bien esta vez. Ella miró fijamente los objetos y se preguntó si sus padres habían escuchado todo lo que les había dicho antes.

Ellos no deberían estar enfadados con ella, ¿verdad?

“Papá, mamá, lamento haberlos visitado a ambos después de tanto tiempo”, dijo ella mientras colocaba más flores en sus tumbas.

“Ambos saben de mi condición actual. Estoy embarazada del bebé de Dayton. Nuestro bebé nacerá en tres o cuatro meses. He traído a nuestro bebé para que lo vean los dos. Bebé, estos son tu abuelo y tu abuela. Te querrán tanto como yo, ¿de acuerdo?”.

Dayton escuchó lo que ella decía a su lado. Había una expresión ambigua en su rostro apuesto y sin emoción.

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