Ten cuidado, mi papá CEO romance Capítulo 1617

Quincy no rechazó la oferta. De repente, ella se sintió ligeramente desanimada.

Dayton se estaba preparando para almorzar con ella. Justo entonces, él contestó una llamada telefónica. Había ocurrido algo, y él tenía que volver a tierra firme para lidiar con ello.

Él agarró la mano de ella con una expresión pesarosa en el rostro. “Quédate aquí obedientemente y come. Volveré después de ocuparme del asunto”.

“¿No vas a comer algo antes de irte?”. No tendría problemas con quedarse allí sola.

“He comido algo por la mañana. No tengo hambre”. Él jugó con los suaves mechones del cabello de ella y se inclinó hacia ella para besarla en los labios. “Espera a que vuelva”.

Estaba claro que él estaba reacio a irse.

Quincy le sonrió y dijo: “Deberías ir a trabajar si estás ocupado. No hagas que parezca que te estoy atrapando aquí y que no puedes hacer nada al respecto”.

“Realmente me estás atrapando aquí. Eres una pequeña hada”. Su voz baja y magnética sonaba diabólica. Él entonces le mordió en la oreja.

Una sensación de entumecimiento se apoderó del cuerpo de la mujer. Ella no pudo evitar respirar con fuerza. “Será mejor que te vayas de una vez”. Ella lo apartó de un empujón.

“Qué mujer tan despiadada. ¿Tienes tanta prisa por echar a tu marido?”. Él levantó la ceja. Parecía bastante descontento por ello, pero aun así se levantó y se preparó para irse.

“Así no es como se comportaría el estricto y vigoroso Joven Amo Night. Has estado aplazando las cosas durante mucho tiempo”, dijo ella con una risita.

“Solo puedo culparte por ser un hada poderosa”. Él sonrió con suficiencia. Luego se marchó. Sin embargo, cuando caminó hacia la puerta, él se giró para decirle: “Volveré pronto”.

Ella agitó la mano y dijo: “Lo sé. Nuestro bebé y yo te estaremos esperando”. Ese hombre se estaba volviendo cada vez más pegajoso.

Dayton le pidió a Jackson que se quedara allí y cuidara de ella y de su bebé. Luego se llevó a sus otros hombres para resolver el asunto con él.

Justo entonces, alguien le sirvió un plato de ensalada. “Joven Señora, esto es lo que ha pedido”.

Quincy miró a la persona que le servía la ensalada después de escuchar su voz. ¡Era Terry!

Jackson sonrió después de escuchar lo que ella dijo. “Joven Señora, ¿por qué no la ayudo? Normalmente soy yo quien da los masajes al Joven Amo también”.

“Él puede hacerlo. Deberías salir”. Quincy rechazó la oferta.

La sonrisa de Jackson se congeló, pero aun así se rio entre dientes y dijo: “Claro, claro”. Él luego se dio la vuelta para decirle a Terry: “Presta más atención, novato. ¡No hagas enojar a la Joven Señora!”.

“Sí, entendido”. La cabeza de Terry permaneció agachada.

Después de muchas molestias, ambos por fin se quedaron solos en el restaurante. Terry se puso detrás de ella y le masajeó los hombros.

Mientras Quincy comía, ella le preguntó: “¿Qué me quieres decir esta vez?”.

“Tengo muchas cosas que decirle. En primer lugar, espero que abandone a Dayton Night”, dijo Terry en voz baja.

La mirada de Quincy vaciló. Luego hizo una mueca y preguntó: “¿No crees que tu petición es poco razonable y que te estás pasando de la raya?”.