Ten cuidado, mi papá CEO romance Capítulo 1629

La expresión de Dayton se ensombreció mientras gritaba: “¡Date prisa y haz los preparativos!”.

El flujo de conciencia de Quincy era ligeramente confuso en ese momento. Sin embargo, todavía logró escuchar lo que dijo el doctor y se esforzó por levantarse. “Dayton Night... No quiero dar a luz a tu bebé...”.

Dayton se acercó y la volvió a presionar sobre la cama. Luego se inclinó para mirarla. “Por mucho que me odies, no puedes vengarte de mí utilizando al bebé que llevas en tu vientre. El bebé es mío, pero también es tuyo. ¡Eres su madre!”.

En ese momento, no tuvo más opción que hablar del bebé para hacerla callar. Era el bebé de ellos. Ella debía dar a luz a su bebé.

Quincy lo miró con rencor y agarró con fuerza las sábanas de la cama. ¡Ella tenía ganas de matarlo!

Sin embargo, ese bebé... Aunque ella dijo que no quería dar a luz al bebé de Dayton, ella no podía soportar que le pasara algo al bebé.

Ella cerró los ojos y giró la cabeza con frialdad. “Divorciémonos después de que dé a luz a nuestro bebé”.

Dayton fijó su mirada en ella. ¿Acaso no podía esperar ni un segundo más para deshacerse de él?

Una pizca de frialdad cruzó su mirada. Después de un breve silencio, él dijo: “De acuerdo”.

Quincy se sorprendió y levantó los ojos para mirarlo con incredulidad. Ella pensó que lo había escuchado mal. ¿Estaba de acuerdo en divorciarse de ella?

“¿Estás de acuerdo?”.

“Sí, aceptaré divorciarme siempre y cuando des a luz a nuestro bebé”. Él solo quería consolarla en ese momento. Ellos podrían hablar de todo lo demás después de que ella diera a luz al bebé.

Quincy empezó a creer en las palabras de Tia al ver lo rápido que él accedió a su petición. ¡Él realmente la consideraba como una máquina para concebir bebés!

El odio y la ira hacia Dayton surgieron dentro de Quincy. Después de dar a luz a su bebé, ella recuperaría todo lo que poseían los Lane y... se vengaría por lo ocurrido a sus padres.

De repente, ella se dio cuenta de que parecía tener cierto odio hacia él en lo más profundo de su corazón. Tal vez ella estaba totalmente obsesionada con pensar en una forma de quitarle la vida antes de perder sus recuerdos.

El doctor programó su operación para la mañana del día siguiente. Ella todavía tenía que esperar una noche entera.

“Joven Señora, tome dos bocados de comida, una para usted y una para el bebé que lleva en su vientre”, le aconsejó Terry mientras le lanzaba una mirada.

Quincy comprendió lo que quería decir. Ella le pidió al otro hombre que se quedara junto a la ventana y esperara un rato. Luego le pidió a Terry que se quedara en la habitación y le preparara la comida.

Ella no tenía apetito, pero aun así, trató de comer algo de la comida.

Terry se acercó a su lado y le susurró: “He hecho los preparativos. Después de que dé a luz a su bebé, los llevaré a los dos fuera de aquí”.

Quincy lo miró con sorpresa. “¿Puedes evadir a los hombres de Dayton?”. No sería fácil para él escapar bajo su vigilancia.

“Lo distraeré cuando llegue el momento. No hay ningún fallo en mis preparativos. No se preocupe y solo dé a luz a su bebé”.

Él era la única persona en quien Quincy podía confiar en ese momento.