Ten cuidado, mi papá CEO romance Capítulo 1644

La Pequeña Pastelito se sintió ligeramente avergonzada después de que Sirius se riera de ella. Enderezó el cuello y replicó: "¡No, no soy mala con las direcciones! ¡Solo que no sé diferenciar el norte, el sur, el este y el oeste!".

"¿No significa eso que eres mala con las direcciones?". Sirius extendió los brazos.

"¡Te he dicho que no lo soy y ya está!". La cara de la Pequeña Pastelito estaba un poco sonrojada. Estaba ligeramente enfadada.

Sirius no quería discutir con ella. Además, él no era de hablar mucho. Por lo tanto, dijo en tono de auto burla: "¿Por qué salí con una tonta como tú que ni siquiera puede distinguir las direcciones?". Después de hablar, dio media vuelta para volver a la habitación.

La Pequeña Pastelito alargó inmediatamente la mano para agarrarle la manga. En ese momento dejó de aparentar ser fuerte. "Hermano, ¿puedes ayudarme a buscar a mi mami primero? ¿Por favor?".

"Suéltame. No soy tu hermano". Sirius frunció el ceño. La habría empujado hacía mucho tiempo si eso le hubiera pasado otros días.

Sin embargo, la niña, que era mala con las direcciones, fijó sus ojos llorosos en él y lo miró con lástima. De alguna manera, el niño sintió un poco de ternura por ella.

"¿Puedes ayudarme? Por favor, hermano...". La Pequeña Pastelito le estrechó la mano y siguió suplicándole.

Sirius se quedó sin palabras. Ella fue la que lo sacó y le dijo que lo llevaría a divertirse, ¿pero de la nada quería que la ayudara a buscar a su madre?

También quería buscar a su madre, pero ¿quién le ayudaría a buscarla?

Unos pasos apresurados se dirigieron en su dirección. Después de eso, sonó la voz de pánico de una mujer. "Pequeño Pastelito, ¿dónde estás?".

Quincy esperó un rato, pero su hija aún no había regresado. Se preguntó si había olvidado el camino de vuelta.

Sabía que su hija podía ser un poco torpe, especialmente cuando se trataba de recordar direcciones.

Había ido al baño, pero no había nadie. Estaba segura de que su hija se había equivocado de dirección, así que fue a buscarla de inmediato.

Cuando la Pequeña Pastelito escuchó la voz de su madre, la mirada de desesperación en su rostro se borró de inmediato. Soltó de inmediato a Sirius y agitó la mano hacia su madre, quien estaba de pie a cierta distancia. Entonces gritó: "¡Mami, estoy aquí!".

Quincy escuchó su voz y corrió de inmediato. Le echó un vistazo rápido y ansioso. "¿Por qué te fuiste corriendo? ¿No sabes lo preocupada que estaba cuando desapareciste?". Se acarició el pecho al hablar. Evidentemente, estaba muy preocupada por ella.

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