Ten cuidado, mi papá CEO romance Capítulo 1653

“¡Guau, así que eres de una familia rica!”.

“Sí, soy de una familia rica, así que no todo el mundo tiene derecho a ser mi amigo. ¿Lo entiendes ahora?”, dijo él en tono gélido. Luego se dio la vuelta para marcharse.

Pequeña Pastelito lo agarró de repente de la manga. “Te dije antes que te llevaría a divertirte, pero no conseguí hacerlo. Deja que te lleve ahora”. Ella luego lo jaló y se lo llevó antes de que él pudiera decir algo.

Sirius trató instintivamente de apartarla. Sin embargo, la suave mano de ella estaba aferrada a él con fuerza. Era una sensación mágica. Él nunca había tenido un contacto tan cercano con nadie.

Por alguna razón, él no le apartó la mano. Él simplemente se dejó arrastrar por ella.

Pequeña Pastelito no lo llevó muy lejos. Ellos se dirigieron a una tienda junto a la escuela.

“¿Sabes cómo jugar esto?”, le preguntó ella después de detenerse frente a una máquina de garras.

Sirius miró la máquina y puso los ojos en blanco. Solo a las niñas les gustaba jugar con esa máquina. Él no estaba interesado en absoluto.

Cuando el niño no dijo nada, Pequeña Pastelito pensó que él no sabía cómo jugar.

“Esto es muy divertido y también realmente desafiante. Solo logro conseguir un peluche de vez en cuando”. Ella intercambió algunas fichas de juego y comenzó a enseñarle a jugar a la máquina de garras con determinación.

Sirius estaba a su lado con los brazos cruzados delante del pecho. Ella no sabía si la estaba escuchando.

Pequeña Pastelito utilizó cinco fichas de juego, pero no logró conseguir ni un solo peluche.

“Mira, ¿no es difícil? No es más fácil que tus bloques de construcción, ¿verdad?”.

Sirius no podía soportar más verla. Él levantó la mano y le dio un golpe en la cabeza. “¡Qué tonta eres!”. Después de hablar, él le quitó todas las fichas de juego que quedaban en las manos de ella.

Pequeña Pastelito se tocó la cabeza, que le dolía después de que él la golpeara. Ella hizo un puchero cuando vio que él quería jugar con la máquina de garras. “¿Sabes cómo se juega?”.

Tan pronto como terminó de hablar, ¡Sirius logró agarrar un peluche!

“Ah, ah, ah... ¡Lo atrapaste! ¡Lo atrapaste!”. Pequeña Pastelito estaba más emocionada que él.

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