Ten cuidado, mi papá CEO romance Capítulo 1718

Quincy estaba segura de que Dayton la buscaría y le haría pagar por haber lisiado las piernas de Hayley.

Sin embargo, no ocurrió nada incluso después de que ella esperara unos días. ¿Él no tenía intención de vengarse por Hayley?

A pesar de eso, ella aumentó su vigilancia para estar preparada en cualquier momento si él volvía a buscarla.

Ese día, la señora Lindsay fue a la entrada de la escuela a buscar a los niños para llevarlos a casa, como de costumbre.

Cuando terminaron las clases, Pequeña Pastelito y Sirius salieron juntos de la escuela. Ellos vieron a la señora Lindsay, quien ya los estaba esperando afuera.

Los dos niños se dirigieron hacia ella. De repente, dos hombres vestidos de negro les bloquearon el paso.

“Pequeño Joven Amo, el Joven Amo quiere comer contigo”, dijo uno de ellos. Ellos eran los hombres de Dayton.

Sirius los miró con frialdad y dijo: “No quiero comer con él”. Después de hablar, él agarró la mano de Pequeña Pastelito y se apartó de los hombres para irse.

Pequeña Pastelito les hizo una mueca y les dijo: “Vuelvan y díganle al Joven Amo que Sirius ya no quiere que sea su papi. Díganle que no nos busque más”.

Los dos hombres continuaron bloqueando el camino de ellos. De repente, una figura alta y delgada se acercó. Ellos se retiraron a un lado cortésmente. “Joven Amo”.

¡Dayton había ido personalmente a buscarlos!

Él bloqueó el camino de los dos niños y preguntó: “¿Qué pasa? Tengo que aguantar tu temperamento solo para comer contigo, ¿eh?”.

Él no le dio a su hijo la oportunidad de hablar cuando extendió su largo brazo para agarrarlo del cuello de la camisa. Él se dio la vuelta y caminó hacia su coche, que estaba estacionado a poca distancia.

Sirius protestó de inmediato: “¿Estás loco? ¡Bájame de una vez!”. Su padre siempre lo trataba de forma tan brusca. En ese momento estaban frente al colegio. Muchas personas los estaban mirando. ¿No le importaba su dignidad?

Dayton no parecía importarle en absoluto. Él fingió no escuchar sus protestas y se lo llevó como si fuera un pollito.

Pequeña Pastelito entró en pánico cuando vio esta escena desarrollarse ante ella. Ella lo persiguió de inmediato. “¡Tío malo, suelta a Sirius!”.

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