Ten cuidado, mi papá CEO romance Capítulo 1723

Sirius la miró y le dijo: “No te preocupes, mami. Papi ya se ha comido la comida. Si incluso alguien que tiene tanto miedo a la muerte se atreve a comer la comida, eso demuestra que estos platillos no están envenenados. Yo comeré primero. Les ayudaré a hacer una prueba de sabor”.

Dayton frunció el ceño y miró fijamente a su hijo. ¿Debía elogiarlo por decir tales palabras?

“¡Sirius, eres muy valiente!”. Pequeña Pastelito no pudo evitar exclamar en voz alta al verlo comer los platillos.

Después de probar los platillos, Sirius les dijo: “Aunque los platillos no se pueden comparar con los platillos caseros preparados por mami, siguen estando bien. Ustedes pueden probarlos”.

Tan pronto como Dayton escuchó lo que dijo, ¡se sintió extremadamente celoso de su hijo por poder probar los platillos que Quincy preparaba personalmente! ¡Él nunca había probado los platillos preparados por ella!

“¿No dijo el tío malo que los cocineros de aquí son extremadamente hábiles porque este es un restaurante privado? ¿Sus habilidades culinarias no se pueden comparar con las de nuestra mami?”. Pequeña Pastelito miró los deliciosos platillos de la mesa. Ella sintió una gran curiosidad.

Grr, grr, grr... El estómago de Pequeña Pastelito gruñó.

Ella se agarró la barriga torpemente y dijo: “Oh, me duele el estómago. Está protestando contra mí”. Ella se sintió aún más hambrienta frente a una mesa llena de platillos.

El rabillo del ojo de Quincy se estremeció. Parecía que Dayton no había envenenado los platillos. Por lo tanto, ellos podían comer la comida de ese lugar.

“Ya que tienes hambre, deberías comer”. Quincy colocó algunos de los platillos en el tazón de su hija y se sirvió un poco para ella también.

Ella quería irse lo antes posible después de comer.

Después de obtener el permiso de su madre y notar que Sirius y Dayton no mostraban ningún signo de incomodidad después de comer, Pequeña Pastelito dejó de lado todas sus preocupaciones y tomó grandes bocados de la comida.

“¿Eh? Sabe muy bien”. Pequeña Pastelito se olvidó al instante del hecho de que estos platillos podrían estar envenenados y comenzó a tomar grandes bocados de la comida.

“Come despacio. No deberías comer con tanta prisa aunque tengas hambre”. Quincy agarró un trozo de papel y ayudó a Pequeña Pastelito a limpiarse la boca. La boca de la niña estaba manchada de comida por todas partes.

Verifique o captcha para ler o conteúdoVerificar